Hoy en día, el aire acondicionado es un elemento básico, importante e imprescindible en los coches para refrigerar el interior y crear una sensación de confort para los ocupantes. En el panel de control del sistema, suele haber un botón para alternar entre dos modos de entrada de aire (símbolo: flecha curva, dentro del coche), pero pocas personas prestan atención a la diferencia y a su uso eficaz.
En pocas palabras, el modo de admisión de aire interno devuelve el aire circulante de la cabina al aire acondicionado para un enfriamiento más rápido. La ventaja de este modo es que ayuda a ahorrar tiempo de enfriamiento y a mantener una temperatura estable dentro del vehículo, especialmente en días calurosos o cuando el vehículo circula en condiciones de aire contaminado.
Sin embargo, la desventaja de usar solo aire interior es que no se renueva. La cantidad de oxígeno en el vehículo disminuye gradualmente, mientras que el CO2 del aliento se acumula, lo que provoca asfixia y falta de oxígeno. Si esta condición persiste, las personas en el vehículo pueden sentirse cansadas, aletargadas, con pérdida de concentración e incluso somnolientas. Esto puede provocar fácilmente accidentes al conducir de forma continua.
Por el contrario, el modo de entrada de aire exterior introduce aire del exterior en la cabina, lo que ayuda a refrescar el flujo de aire, proporciona más oxígeno y equilibra la concentración de CO2 en el vehículo. Aunque el efecto de enfriamiento no es tan rápido como el del aire interior y a veces arrastra polvo y olores desagradables del exterior, este modo es muy necesario en viajes largos.
En particular, en el caso de los vehículos que no disponen de un sistema automático para cambiar entre los dos modos, el conductor debe cambiar de forma proactiva al aire exterior después de un cierto periodo de tiempo para garantizar que el aire del coche esté siempre fresco.
Al conducir largas distancias, el uso adecuado de los dos modos de entrada de aire es fundamental para garantizar la atención y la seguridad. Algunos fabricantes de automóviles integran ahora la rotación automática entre el aire interior y el exterior para minimizar el riesgo de falta de oxígeno en el habitáculo.
Sin embargo, no todos los coches cuentan con esta función, por lo que es necesario que los conductores comprendan su funcionamiento para poder ajustarla adecuadamente, evitando quedarse dormidos y perder la concentración sin motivo aparente.
Fuente: https://baonghean.vn/khac-biet-cua-nut-bam-dieu-hoa-tren-o-to-it-nguoi-de-y-10298790.html
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