La prohibición de China a la venta de productos del fabricante de chips estadounidense Micron Technology se considera la primera acción "de represalia" significativa contra las sanciones que Estados Unidos ha aplicado a las empresas tecnológicas chinas.
Foto ilustrativa. (Fuente: Reuters) |
El 21 de mayo, la Administración del Ciberespacio de China (CAC) anunció que prohibiría a los “operadores de infraestructura de información crítica” nacionales comprar productos de Micron debido a “graves riesgos” para la “infraestructura nacional clave”.
Contexto especial
Cabe destacar que esta medida se produce en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos y China en el sector tecnológico. La prohibición estadounidense de las exportaciones en octubre de 2022 ha afectado gravemente la capacidad comercial y de producción de muchas empresas chinas, como Yangtze Memory Technologies Corp (YMTC), Changxin Memory Technologies (CXMT), Semiconductor Manufacturing International Company (SMIC) y HiSilicon.
Poco después, aliados y socios de Estados Unidos como Japón, los Países Bajos y Taiwán (China), países y territorios que desempeñan un papel clave en la cadena de suministro mundial de semiconductores, restringieron la exportación de sus productos tecnológicos clave al mercado chino.
Eso sin mencionar las prohibiciones anteriores del gobierno estadounidense a importantes empresas tecnológicas chinas, en particular Huawei y ZTE en 2019.
Además, la acción de Pekín contra Micron se produce en medio de dos acontecimientos importantes. En primer lugar, la reciente cumbre del G7 instó a reducir el riesgo y diversificar la cadena de suministro de tecnologías críticas, lo que insinuó los riesgos que plantea China. En segundo lugar, Micron acaba de anunciar su decisión de invertir 3.600 millones de dólares en una fábrica en Japón.
Más importante aún, esta medida se produce en medio de los esfuerzos de China por desarrollar su industria de semiconductores. La producción nacional de chips representa el 16% de la industria mundial de semiconductores. En cuanto a la memoria dinámica de acceso aleatorio (DRAM) y la memoria no volátil (NAND), China representa el 21% y el 15%, respectivamente.
Pekín está aumentando su capacidad nacional de producción de semiconductores. Ha aprobado una inversión de 1.900 millones de dólares en YMTC, el mayor fabricante de chips de China, para ayudar al grupo a recuperarse de la prohibición estadounidense. Al mismo tiempo, Powev Electronic Technology Co., empresa con sede en Shenzhen, está recibiendo importantes recursos para impulsar la producción a gran escala de chips de memoria y memoria de estado sólido.
Muchos cálculos
Frente a esa situación, en primer lugar, la acción de China demuestra que su agencia reguladora está dispuesta a tomar medidas duras contra las empresas que afecten negativamente a los intereses de Pekín, incluso si son la principal empresa de chips de memoria del mundo.
En segundo lugar, la eliminación de las empresas extranjeras en el mercado nacional generará espacio para que las empresas nacionales se desarrollen y se conviertan en gigantes de la industria de los chips de memoria. Si bien grandes fabricantes de chips de memoria como SK Hynix y Samsung aún mantienen una importante cuota de mercado, este país de mil millones de habitantes aún cuenta con suficiente espacio para que los desarrolladores nacionales de chips de memoria se expandan a nivel mundial.
En tercer lugar, el impacto de la prohibición de Micron en China es mínimo. Sus principales competidores en el mercado chino son SK Hynix y Samsung, los dos principales fabricantes mundiales de DRAM y NAND. Por lo tanto, Pekín no tiene que preocuparse demasiado por el impacto de una decisión drástica en Micron, especialmente considerando que tanto SK Hynix como Samsung aún tienen importantes intereses en el potente mercado asiático.
En cuarto lugar, dado que la mayoría de los clientes de Micron son empresas de electrónica de consumo como Lenovo, Xiaomi, Inspur, etc., es más probable que la decisión de China afecte negativamente los intereses de Washington en la cadena de suministro que los de Pekín. Al mismo tiempo, debilitará la posición de Micron ante los consumidores, lo que perjudicará su reputación y sus ingresos.
En quinto lugar, la medida tensará aún más la relación de Pekín con Washington en el sector tecnológico. Los reguladores chinos han insistido en que la prohibición de Micron es un caso excepcional y en que mantienen su compromiso con la apertura de sus mercados. Sin embargo, también señala la nueva postura de Pekín, que desafía la de Washington en la competencia tecnológica entre ambos países. Al mismo tiempo, Pekín quiere transmitir el mensaje de que Washington no es el único factor determinante en el rumbo de la actual relación bilateral.
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