La autonomía de un coche eléctrico, o la distancia que puede recorrer con una sola carga, no depende únicamente de la capacidad de la batería. De hecho, muchos factores diferentes pueden afectar a esta cifra.
Por ejemplo, las temperaturas exteriores extremas, tanto de calor como de frío, pueden reducir la eficiencia de una batería. El tamaño, el tipo de neumáticos, el peso del vehículo, el número de pasajeros y la carga también influyen en el consumo de energía. Incluso detalles aparentemente pequeños, como el tamaño de las ruedas o la forma aerodinámica, pueden marcar una diferencia significativa.
Al igual que los coches de gasolina, los coches eléctricos deben lidiar con fuerzas físicas al moverse: desde la resistencia del viento y la resistencia a la rodadura hasta la gravedad al subir cuestas. La velocidad, en particular, es el factor que más consume batería. Cuanto más rápido se conduce, mayor es la resistencia del aire, lo que significa que el coche tiene que usar más energía para mantener la velocidad. Esto reduce drásticamente la autonomía.

Para lograr la autonomía ideal, no solo se necesita una batería de gran capacidad, sino también una velocidad constante, condiciones de carretera óptimas y una mínima pérdida de energía. Incluso el coche eléctrico con la mejor autonomía, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) en 2025, no puede eludir estas leyes físicas.
¿Qué velocidad permite a los coches eléctricos ahorrar la mayor cantidad de batería?
Para responder a esta pregunta, la revista Car and Driver realizó una prueba en condiciones reales con tres modelos: dos coches eléctricos, el sedán Lucid Air y el SUV Kia EV9, y un Subaru Forester de gasolina como control. El objetivo era comprobar cómo afecta la velocidad a la autonomía de un coche eléctrico con una sola carga.
Los vehículos eléctricos probados tenían diferentes autonomías estimadas por la EPA, dependiendo del nivel de equipamiento, pero los resultados mostraron una tendencia clara: cuanto mayor era la velocidad, mayor era la pérdida de autonomía.
Por ejemplo, a unos 56 km/h (35 mph), el sedán Lucid Air ofrece una autonomía declarada de aproximadamente 772 km (480 millas). Pero a unos 88 km/h (55 mph), esa cifra se reduce a 595 km (370 millas), una pérdida de más de 160 km (100 millas) simplemente por ir más rápido. A unos 121 km/h (75 mph), la autonomía disminuye a unos 467 km (290 millas), una reducción del 23 %.
En concreto, al realizar la prueba a una velocidad de unos 153 km/h, la autonomía restante se redujo un 24%, hasta alcanzar tan solo unos 355 km, menos de la mitad de la obtenida a unos 56 km/h. Por su parte, el SUV Kia EV9, con un diseño menos aerodinámico, experimentó una disminución aún mayor.
Esta prueba demostró claramente que cuanto mayor es la velocidad del vehículo eléctrico, mayor es su consumo de energía y menor la distancia que puede recorrer. Este es un factor importante que los usuarios deben tener en cuenta si desean optimizar la autonomía de cada viaje, especialmente en rutas largas.
Fuente: https://baonghean.vn/lai-xe-o-toc-do-nao-giup-o-to-dien-tiet-kiem-pin-nhat-10304132.html






Kommentar (0)