La respiración profunda o los labios fruncidos, cambiar la posición al sentarse o pararse y la inhalación de vapor pueden aliviar temporalmente la dificultad para respirar.
Las personas con dificultad para respirar que no es una emergencia médica pueden aplicar algunos de los siguientes métodos para mejorar la condición.
Respira profundamente
La respiración abdominal profunda facilita la respiración. Cómo hacerlo: Acuéstate y coloca las manos sobre el vientre. Inhala profundamente por la nariz, contrayendo el abdomen para llenar los pulmones de aire, y mantén la respiración unos segundos. Exhala lentamente por la boca, expulsando todo el aire. Haz este ejercicio varias veces al día o tan a menudo como sientas falta de aire.
Respiración con los labios fruncidos
La respiración con los labios fruncidos puede ayudar a reducir la disnea al disminuir la frecuencia respiratoria. Esta técnica puede ser útil si la disnea se debe a ansiedad, nerviosismo o estrés.
Cómo: Comienza sentándote con la espalda recta en una silla y los hombros relajados. Frunce los labios como si tocara una flauta. Inhala por la nariz durante unos segundos. Exhala suavemente por los labios fruncidos mientras cuentas hasta cuatro. Repite de 4 a 5 veces.
Respirar con los labios fruncidos ralentiza la respiración y ayuda a reducir la disnea causada por la ansiedad y el estrés. Foto: Freepik
Mantenga una postura cómoda
Las personas con dificultad para respirar pueden cambiar de posición para relajarse y recuperar la respiración normal. Si la dificultad para respirar se debe a ansiedad, esfuerzo, actividad intensa o cambios de clima o altitud, cambiar de posición puede ayudar. Las posiciones que reducen la presión en las vías respiratorias incluyen:
Sentado hacia adelante: Siéntese en una silla con los pies apoyados en el suelo y la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante. Apoye suavemente los codos sobre las rodillas, de modo que la barbilla descanse sobre las manos. Mantenga los músculos del cuello y los hombros relajados.
Mesa de pie: Colóquese cerca de una mesa plana y resistente. Coloque las manos sobre ella, manteniendo el cuello relajado.
Ponte de pie con la espalda contra la pared: Mantén los pies separados a la anchura de los hombros y las manos sobre los muslos. Relaja los hombros e inclínate ligeramente hacia adelante para relajar el cuerpo.
Utilice el ventilador
Los ventiladores ayudan a soplar aire fresco sobre la nariz y la cara, lo que puede aliviar la dificultad para respirar. Esto puede ayudar a aliviar la dificultad para respirar causada por estar en un espacio cerrado, lleno de gente y sofocante, pero no mejorará los síntomas causados por la enfermedad.
inhalación de vapor
La inhalación de vapor puede ayudar a despejar las vías respiratorias. El calor y la humedad del vapor también ayudan a diluir la mucosidad en los pulmones, facilitando la respiración.
Instrucciones: Llene un recipiente con agua caliente. Añada unas gotas de aceite esencial de menta o eucalipto. Incline el rostro sobre el recipiente a una distancia cómoda, inhale profundamente mientras el vapor sube del recipiente hacia la nariz y exhale suavemente. Tenga cuidado al hacerlo para no quemarse la cara.
Come jengibre fresco
Comer jengibre fresco o beber té de jengibre tibio puede ayudar a aliviar la dificultad para respirar causada por infecciones respiratorias. El jengibre tiene un efecto picante que mejora la función de las vías respiratorias.
Tomar una taza de café
La cafeína relaja los músculos de las vías respiratorias, lo que mejora la función pulmonar y bloquea algunas de las sustancias químicas que contribuyen a la dificultad para respirar. Sin embargo, las personas sensibles a la cafeína deben consultar a su médico antes de tomarla.
Bao Bao (según Healthline y Wikihow )
Los lectores hacen preguntas sobre enfermedades respiratorias aquí para que los médicos las respondan. |
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