Para conmemorar este evento histórico, Granma (Cuba) publicó un artículo del autor José Llamos Camejo que relata que: Nunca antes las calles de Hanoi se habían vuelto tan estrechas como al mediodía del 12 de septiembre de 1973, cuando entró la comitiva. Durante más de dos horas, las aceras se convirtieron en multitudes bulliciosas y emotivas. Hasta ese día, ningún líder extranjero había sido recibido en un auto descapotable en las calles de Vietnam. Esta vez lo hicieron, porque un amigo del "otro lado del hemisferio" estaba de visita. Fue un evento sin precedentes, y también lleno de riesgos. En Hanoi, los bombarderos estadounidenses B-52 lanzaban bombas con regularidad. Fidel lo sabía, pero el peligro no lo detuvo. Dos días después, se embarcaría en un viaje aún más aventurero: a la zona liberada de Vietnam del Sur, en medio de la guerra en curso.
El líder Fidel Castro se toma una foto con el primer ministro Pham Van Dong en Vinh Linh en 1973. Foto: VNA |
Según el artículo, la intención de ir al Sur surgió en 1970, cuando Fidel le comunicó al embajador cubano en Vietnam del Sur, Raúl Valdés Vivó, que estaba listo para ir sin importar el peligro. El 14 de septiembre de 1973, Fidel y el primer ministro Pham Van Dong volaron de Hanói a Quang Binh y continuaron su viaje a través de tierras gravemente dañadas por bombas y balas, donde la guerra había cobrado la vida de casi tres millones de vietnamitas y unos 60.000 soldados estadounidenses. En Vinh Linh, el líder Fidel dijo con emoción: «Solo cuando vengan aquí podrán comprender plenamente los crímenes cometidos por los imperialistas... y ver plenamente la heroica estatura del pueblo vietnamita». En el puente Ben Hai, Dong Ha, Cam Lo y la base de Carrol en ruinas, expresó su admiración y alentó al pueblo, a los cuadros y a los soldados.
El artículo de Granma también relató el momento del 16 de septiembre de 1973 en Quang Tri, cuando Fidel abrazó a Pham Tung Thien, un niño que había perdido ambos brazos por las bombas estadounidenses. "(...) Con un brazo me abrazó contra su pecho, acariciándome como si fuera su hijo, o como si fuera un niño en su país al que hacía tiempo que no veía. Me susurró palabras tiernas que no entendí. Rompí a llorar", dijo Pham Tung Thien, según Granma.
Según Granma, para Fidel, el viaje no solo fue una expresión de afecto y admiración, sino también una responsabilidad internacional: allí donde el imperialismo estadounidense se enfrentaba a los desafíos, donde la resiliencia del pueblo vietnamita se convirtió en una fuente de inspiración para el movimiento de liberación nacional en todo el mundo. En su discurso de despedida en Hanói, dijo: «El mundo debe estar agradecido a Vietnam. A través de la guerra de resistencia, el pueblo vietnamita ha hecho una gran obra por la humanidad».
El líder cubano Fidel Castro ondea la bandera invencible, reluciente de medallas, de la unidad Khe Sanh, del Ejército de Liberación Tri Thien Hue, septiembre de 1973. (Foto: VNA) |
Según un artículo de la autora Indira Ferrer Alonso publicado en la Agencia Estatal de Noticias de Cuba (ACN) y citado por VNA, el 15 de septiembre de 1973, el Comandante en Jefe Fidel Castro cruzó el puente de pontones sobre el río Ben Hai para demostrar la solidaridad de los hijos del país caribeño con el heroico pueblo vietnamita.
Junto con el primer ministro Pham Van Dong, ondeó la bandera de la victoria de la Brigada Khe Sanh del Ejército de Liberación Tri Thien-Hue y caminó entre las trincheras, saludando a cada soldado.
Sus palabras ante la multitud de soldados en la Colina 241 reflejaron un compromiso inquebrantable: "Por Vietnam, Cuba está dispuesta a sacrificar su propia sangre".
Esa frase, que aún resuena más de medio siglo después, encapsula la esencia de la amistad entre dos pueblos, nutrida por la resistencia, la dignidad y el espíritu internacional.
El artículo de ACN también mencionó al Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, fundado por Fidel en 1963, bajo el liderazgo de la heroína Melba Hernández, como un testimonio duradero del compromiso de brindar apoyo político, espiritual y material al pueblo vietnamita.
Según el artículo, aunque la visita solo duró seis horas, fue suficiente para cimentar una amistad duradera. La visita del Comandante en Jefe Fidel Castro a Quang Tri es un símbolo de hermandad entre dos países unidos por los mismos ideales de paz, independencia y justicia social.
Cuba y Vietnam siguen caminando juntos; el líder Fidel vive por siempre en ese abrazo eterno, el abrazo que desafió la guerra y sembró las semillas de la solidaridad eterna.
Y como dijo el líder Fidel Castro aquel día en Vietnam: «Vietnam será diez veces más hermoso, como lo soñó el presidente Ho Chi Minh. En esa construcción, Cuba estará siempre al lado del pueblo vietnamita».
Fuente: https://thoidai.com.vn/lanh-tu-fidel-castro-o-quang-tri-vong-tay-cuba-giua-khoi-lua-chien-tranh-216279.html
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