A partir del 1 de agosto de 2025, la Corporación Petrolera de Vietnam (PVOIL) pondrá a prueba la venta de biocombustible E10 en gasolineras de Hanoi , Hai Phong y Ciudad Ho Chi Minh, preparándose para la implementación de la nueva hoja de ruta del Gobierno sobre el uso obligatorio de biocombustibles en Vietnam a partir de principios de 2026.
A nivel mundial, la transición a los biocombustibles reviste gran importancia para muchos países en términos de medio ambiente, economía y seguridad energética. En función de las diferencias en políticas, tecnología, capacidad de producción y objetivos de desarrollo sostenible, cada país cuenta con su propia hoja de ruta para dicha transición.
Brasil
Brasil es líder mundial en el desarrollo y uso de biocombustibles, especialmente etanol de caña de azúcar. La transición de Brasil hacia los biocombustibles no solo es un avance técnico, sino que también refleja una estrategia a largo plazo para la seguridad energética, el desarrollo agrícola y la reducción de gases de efecto invernadero. En respuesta a la crisis del petróleo de 1973, el gobierno brasileño lanzó el Programa Proálcool en 1975 para sustituir parcialmente la gasolina importada por bioetanol de producción nacional.
Inicialmente, el programa se centró en apoyar a la industria azucarera mediante subsidios, incentivos crediticios e inversiones en infraestructura de mezcla y distribución. Gracias a las condiciones naturales favorables, los altos rendimientos de la caña de azúcar y los eficientes procesos tecnológicos, Brasil se convirtió rápidamente en el segundo mayor productor de etanol del mundo, después de Estados Unidos.

A diferencia del etanol de maíz en Estados Unidos, el etanol de caña de azúcar en Brasil tiene una mayor eficiencia de conversión energética y menores emisiones de carbono. Esto ayuda al país sudamericano a alcanzar sus dos objetivos: reducir su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de CO₂ del transporte.
Un punto de inflexión clave en la trayectoria de Brasil ha sido la proliferación de vehículos de combustible flexible desde principios de la década de 2000. Estos vehículos pueden funcionar con gasolina tradicional, etanol puro o cualquier mezcla de ambos. A la fecha, más del 90 % de los autos nuevos vendidos en Brasil son de combustible flexible. Esto brinda a los consumidores la flexibilidad de elegir su combustible según los precios del mercado, lo que contribuye a que el etanol represente más del 40 % del mercado nacional de combustibles para el transporte. Además, el gobierno también exige una mezcla mínima de 27 % de etanol en la gasolina comercial (E27), una de las proporciones más altas del mundo.
Además de abastecer la demanda interna, Brasil es un importante exportador de bioetanol, sobre todo a los mercados europeos y asiáticos. Paralelamente, el país está invirtiendo fuertemente en biocombustibles de segunda generación a partir de bagazo y paja de arroz para aumentar la sostenibilidad y reducir la presión sobre las tierras cultivables. Por lo tanto, la hoja de ruta de Brasil para la transición a los biocombustibles se considera un modelo integral que combina políticas coherentes, una sólida infraestructura, innovación tecnológica y una alta aceptación en el mercado interno.
India
India se perfila como uno de los países con las hojas de ruta más ambiciosas y dinámicas del mundo en materia de transición hacia los biocombustibles. Con una población de más de 1.400 millones de habitantes y una creciente demanda de combustible, el gobierno considera los biocombustibles no solo una solución medioambiental, sino también una importante herramienta estratégica en materia económica y energética. Desde 2003, India ha estado mezclando etanol con gasolina en el marco del programa de Gasolina con Etanol (EBP). Sin embargo, no fue hasta 2014, cuando el gobierno del primer ministro Narendra Modi lanzó un ambicioso plan de energías renovables, que el programa cobró verdadero impulso.
En 2021, el gobierno indio anunció planes para lograr una mezcla de gasolina con un 20 % de etanol (E20) para 2025, cinco años antes de lo previsto inicialmente. Este objetivo se enmarca dentro de una estrategia integral para reducir las importaciones de petróleo, que representan aproximadamente el 85 % de las necesidades de combustible del país, al tiempo que se crea un mercado estable para el sector agrícola nacional. El gobierno ha implementado diversas políticas de apoyo, como subsidios, créditos preferenciales y la exención del impuesto especial sobre el etanol, además de exigir a las compañías petroleras estatales que distribuyan gasolina E20 en las principales ciudades a partir de 2023.

Esta transición se ve respaldada por el rápido desarrollo de la infraestructura para la mezcla de combustibles, así como por la producción masiva y el registro de vehículos compatibles con E20. Además, India está invirtiendo en biocombustibles de segunda generación, elaborados a partir de paja de arroz y residuos agrícolas, en lugar de los de primera generación derivados de la caña de azúcar, el maíz y la yuca, para evitar la competencia con las fuentes alimentarias y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera más eficaz.
Con una visión a largo plazo, la transición de la India hacia los biocombustibles no es solo una medida técnica, sino también un paso estratégico hacia la construcción de una economía energética limpia, autosuficiente y sostenible. En un mundo que avanza rápidamente hacia las fuentes de energía renovables, la India se consolida como pionera.
Porcelana
China, el mayor consumidor de energía del mundo, ha depositado grandes esperanzas en los biocombustibles como parte de su estrategia para reducir la contaminación atmosférica y aumentar la seguridad energética. El uso de etanol mezclado con gasolina comenzó oficialmente en China a principios de la década de 2000, con algunas provincias como Jilin, Liaoning y Henan a la vanguardia en la adopción del biocombustible E10 (10 % de etanol). En 2017, Pekín anunció un ambicioso plan para que el E10 fuera obligatorio en todo el país para 2020. Este objetivo se fundamentó en la necesidad de procesar enormes reservas de maíz, que ascienden a decenas de millones de toneladas, así como en el compromiso de reducir la creciente contaminación ambiental urbana.
Sin embargo, la implementación de esta hoja de ruta para la transición se topó rápidamente con importantes desafíos. Tras la fase inicial de implementación en más de diez provincias y ciudades, se detuvo la expansión nacional del E10. El principal motivo radica en la preocupación por la competencia entre los biocombustibles y los recursos alimentarios. China es un país muy poblado que siempre prioriza la seguridad alimentaria, especialmente en el contexto del cambio climático, las epidemias y la inestabilidad geopolítica que afectan la cadena de suministro global. El uso de maíz, trigo y yuca para producir etanol se considera insostenible a largo plazo, sobre todo cuando los precios de los alimentos tienden a aumentar drásticamente.

Al mismo tiempo, el gobierno chino ha priorizado el desarrollo de vehículos eléctricos y otras soluciones de energía renovable, como el hidrógeno. Esto ha relegado a los biocombustibles a un segundo plano en su estrategia de energía verde. Sin embargo, en algunas regiones como Guangdong, Shandong y Henan, todavía se utiliza gasolina E10, sobre todo en programas piloto para vehículos y transporte público.
China también está invirtiendo en tecnología de biocombustibles de segunda generación, utilizando paja y residuos agrícolas, para reducir la dependencia de los cultivos alimentarios.
Si bien la transición de China hacia los biocombustibles no se ha desarrollado según lo previsto, los primeros pasos del país han sentado una base importante para la futura transición energética. En el futuro, si se resuelven los problemas relacionados con las materias primas y la tecnología, los biocombustibles aún pueden desempeñar un papel de apoyo en el panorama energético diversificado y bajo en carbono de China.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/lo-trinh-chuyen-doi-sang-xang-sinh-hoc-post2149044045.html






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