La fabricación crea atracción
Desde el accidente, muchas personas han seguido con ansiedad las novedades hora a hora. Además, las familias de las víctimas han compartido fotos e historias sobre sus seres queridos para expresar sus condolencias. Estas publicaciones han atraído la atención de mucha gente, con numerosos comentarios emotivos y cientos de miles de compartidos. Aprovechando la repercusión mediática de este trágico suceso, algunas cuentas han publicado información falsa, centrándose intencionadamente en el dolor de las víctimas.
Aproximadamente un día después del accidente, MC Online publicó numerosos artículos con fotos e historias sobre las desafortunadas víctimas, como por ejemplo: el niño, un excelente estudiante, fue recompensado por sus padres con un viaje; el conductor, que había dedicado toda su vida a conducir, ahorró durante mucho tiempo para poder llevar a su familia a Ha Long; las últimas palabras de la víctima mientras flotaba a la deriva en el mar... Los artículos iban acompañados de muchas imágenes, algunas tomadas por el autor y otras creadas por IA.

Inmediatamente después, la comunidad en línea descubrió rápidamente que la información anterior era completamente falsa y ficticia. En particular, una fotografía atrajo mucha atención al mostrar a un grupo de niños jugando en la cubierta de un barco en Ha Long con el pie de foto de que se trataba de niños en peligro.
Sin embargo, poco después, el autor de la foto publicó las imágenes originales y afirmó que se trataba de fotos familiares personales, tomadas en agosto de 2024, sin ninguna relación con el accidente. La vinculación de las fotos familiares con el accidente afectó gravemente la vida de la familia; muchos parientes, atemorizados, llamaron y acudieron a la casa para preguntar qué sucedía.
Sin embargo, la información anterior logró convencer a muchas personas. Algunas incluso la compartieron y republicaron como si fuera información oficial. Un ejemplo típico es el caso de la cantante tailandesa Thuy Linh, quien tuvo que publicar una disculpa pública por difundir información falsa sobre el accidente del barco turístico que volcó en la bahía de Ha Long.
Lucrarse con el dolor
Algo que tienen en común la mayoría de las cuentas que explotan estas historias tristes y pérdidas dolorosas es que siempre van acompañadas de comentarios como: «En mi página hay un video de la víctima», «Tengo una foto de la víctima», «Soy testigo, es desgarrador»… El objetivo principal de estas publicaciones es generar emociones, comentarios y que se compartan. Hacen todo lo posible por despertar las emociones de los espectadores: dolor, ira o curiosidad… Basta con hacer clic en el enlace, leer el artículo en su cuenta y se consideran exitosas.
Según los algoritmos de las plataformas de redes sociales, cuantas más interacciones tenga una cuenta, mayor será su visibilidad y alcance en publicaciones posteriores. Por lo tanto, cuando hayan acumulado suficientes interacciones, pueden borrar su rastro, vender o utilizar esta página tan accesible para publicidad y obtener beneficios.
Las consecuencias de las acciones mencionadas no solo provocan pánico público, sino que también hieren profundamente a las familias de las víctimas, quienes sufren un gran dolor, y dificultan la investigación, el rescate y la gestión de la seguridad. La policía provincial de Quang Ninh acaba de gestionar un caso de difusión de información falsa sobre el accidente, lo que demuestra la gravedad y la necesidad del control de la información.
La desinformación no solo es ética, sino que también tiene un grave impacto en el sector turístico, que se está recuperando de la pandemia. En los últimos días, muchos turistas han dudado, se han mostrado reticentes o han cancelado sus viajes. El ambiente turístico es mucho más tranquilo de lo previsto para la temporada alta.
El Sr. Pham Ha, presidente de Lux Group, una unidad especializada en la explotación de cruceros de lujo, dijo: "La información caótica publicada en línea ha afectado directamente la psicología de los clientes, causando que muchas empresas sufran aunque no estén relacionadas con el incidente".
Este incidente demuestra una vez más que las redes sociales no pueden ser un espacio exento de responsabilidad. Compartir información no verificada erosiona la confianza social. En una era donde cualquiera puede convertirse en difusor de información, es fundamental que cada persona sea más consciente de las responsabilidades éticas y legales que esto conlleva. No basta con equivocarse y luego disculparse. El poder de difundir información no es solo un privilegio, sino también una obligación, que exige que cada persona reflexione cuidadosamente antes de publicar y compartir información en línea.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/mang-xa-hoi-khong-the-la-vung-trang-trach-nhiem-post804988.html






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