Todo desastre natural deja tras de sí pérdidas inconmensurables. Casas destruidas, campos devastados y caminos rurales sumergidos en agua helada. En tales circunstancias, la gente no está sola. Los soldados del tío Ho siempre son los primeros en llegar, liderando las operaciones de rescate, ayudando a la gente a evacuar zonas peligrosas; poniendo a salvo a ancianos y niños; llevando cada comida, cada botella de agua, cada manta a cada hogar aislado.
Muchas veces, los medios de comunicación y las redes sociales han difundido imágenes conmovedoras: un soldado cargando a un bebé a través de un río embravecido; soldados descansando en un suelo fangoso después de muchas horas de servicio; toda la unidad comiendo apresuradamente bajo la lluvia torrencial para ganar tiempo y regresar a rescatar a la gente... Esas imágenes no solo conmovieron a la gente, sino que también aumentaron su creencia en el vínculo de sangre entre el ejército y el pueblo, una preciosa tradición que el Ejército Popular de Vietnam ha construido y preservado durante los últimos 80 años.
Para quienes viven en zonas afectadas por inundaciones, los soldados no solo son salvadores, sino también la personificación de la fe y la esperanza. La presencia de las fuerzas armadas ha aliviado la ansiedad y el pánico durante los desastres naturales. La dedicación, la resiliencia y el sentido de responsabilidad de los soldados no solo ayudan a estabilizar la vida en el presente, sino que también inspiran en la comunidad un espíritu de solidaridad y solidaridad.
Los desastres naturales pasarán, pero lo que los soldados del tío Ho dejaron en los corazones de la gente durará para siempre.
Minh Ngoc
Fuente: https://baodongnai.com.vn/xa-hoi/202510/ngon-lua-am-giua-thien-tai-06721d4/
Kommentar (0)