Este acontecimiento no sólo tiene trascendencia jurídica, sino que supone un punto de inflexión en el pensamiento político del Estado, demostrando la determinación de promover la posición de los docentes, afirmando que la educación es la principal política nacional y los docentes son el centro de esa política nacional.
En sus profundas palabras, el Secretario General To Lam afirmó que los docentes no solo imparten conocimientos, sino que también deben ser científicos e innovadores, contribuyendo a la formación de recursos humanos de alta calidad y forjando el desarrollo futuro de la nación en la nueva era. Este es un mensaje trascendental, y la Ley del Profesorado ha consolidado el espíritu y las políticas del Partido en el desarrollo de la educación y la formación. Hoy en día, se espera que los docentes no solo enseñen, sino que también acompañen el conocimiento, lideren la innovación y desarrollen el potencial humano. Deben mantener una ética profesional, mejorar constantemente su capacidad profesional, dominar la tecnología e innovar en los métodos de enseñanza en la era digital.
Mientras que muchos países avanzados como Japón, Corea, Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, etc., aún no cuentan con una ley específica para el profesorado —a menudo solo incluida en la ley de la función pública o la ley de educación—, Vietnam ha avanzado en la creación de una ley especializada, integral y humana. Este es un avance institucional muy notable.
La ley estipula claramente el derecho a la protección del honor, la integridad física y la dignidad del profesorado, tanto dentro como fuera de la escuela. Todos los actos de insulto, amenaza y difamación, incluso en el ciberespacio, están estrictamente prohibidos y conllevan sanciones específicas. Esto es importante en el contexto de una serie de incidentes desafortunados que han dañado la confianza del profesorado y de la sociedad.
A esto se suma un sistema de políticas salariales razonables que respetan la profesión docente. Los salarios docentes se encuentran entre los más altos del sistema público de carrera, junto con prestaciones específicas como área, responsabilidad, antigüedad y formación especializada. La ley también estipula un mecanismo de jubilación flexible.
En particular, la Ley del Profesorado enfatiza la necesidad del desarrollo profesional continuo. Esto supone una transición del modelo de "profesión docente estable" al modelo de "profesión de aprendizaje permanente". Los docentes no solo son comunicadores, sino que también deben aprender, investigar e innovar constantemente para adaptarse a la sociedad moderna y a las expectativas de los estudiantes, los padres y el país.
Un aspecto muy humano de la Ley del Profesorado es el nuevo enfoque sobre la docencia extraescolar. La ley no prohíbe a los docentes impartir clases extraescolares, pero prohíbe estrictamente cualquier forma de obligar a los estudiantes a tomarlas, ya sea directa o indirectamente. Se trata de una regulación sutil pero profunda, que demuestra una mentalidad de respeto al derecho del alumnado a aprender y a los derechos profesionales del profesorado.
La ley también establece el modelo del docente de la nueva era: no solo enseña y califica, sino que también inspira, guía y acompaña el desarrollo de las capacidades y cualidades de los estudiantes. Para los docentes universitarios, la ley exige su compromiso con la investigación científica, la transferencia de conocimiento, la producción académica y la contribución a la sociedad y a la economía del conocimiento. El sector educativo goza de autonomía para la contratación, evaluación y desarrollo del personal, garantizando así la selección de la persona idónea para el puesto adecuado, con la capacidad y la dedicación adecuadas.
Por otro lado, de la ley a la vida real no es un camino corto. Para que la Ley del Profesorado se implemente realmente, se requiere la participación coordinada del Gobierno, el Ministerio de Educación y Formación, los ministerios y las localidades pertinentes. Se necesitan documentos de orientación específicos y un presupuesto sólido. Sobre todo, se requiere iniciativa, confianza e inspiración del propio profesorado, para que puedan emprender un nuevo camino con la mentalidad de un iluminador, un creador y un guía hacia el futuro.
Cuando la luz de la mañana inunda las aulas, los docentes de hoy ya no están solos. Los respalda una ley: una nación entera que los respalda, los protege, los anima y los espera. La Ley del Maestro no solo representa un avance legal, sino también una sincera gratitud y un apoyo a largo plazo para quienes, silenciosamente, siembran las semillas del conocimiento cada día.
Fuente: https://thanhnien.vn/nguoi-thay-o-tam-the-moi-185250622215225786.htm
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