El cáncer es la segunda causa principal de muerte en el mundo . En las primeras etapas, cuando el tumor aún está localizado, hay mayor probabilidad de éxito del tratamiento. Por lo tanto, reconocer las señales de alerta temprana es fundamental.
El cáncer es una enfermedad maligna de las células. Cuando son estimuladas por agentes carcinógenos, las células proliferan indefinidamente y desorganizadamente, sin seguir los mecanismos de control del crecimiento del cuerpo.
| Fotografía ilustrativa. |
La mayoría de los cánceres forman tumores. A diferencia de los tumores benignos, que crecen lentamente en el lugar y tienen una cápsula que los rodea, los tumores malignos (cáncer) invaden los tejidos sanos circundantes, asemejándose a un cangrejo con sus pinzas aferradas a los tejidos sanos del cuerpo o a las raíces de un árbol que se extienden por el suelo.
Las células tumorales malignas tienen la capacidad de metastatizar a los ganglios linfáticos u órganos distantes, formando nuevos tumores y, finalmente, provocando la muerte. Junto con la metástasis a distancia, el cáncer suele reaparecer, lo que dificulta el tratamiento y afecta negativamente el pronóstico.
Gracias a los avances de la medicina moderna, se han tratado muchos tipos de cáncer. Sin embargo, en sus etapas iniciales, los síntomas suelen ser vagos o asintomáticos, lo que provoca que muchos pacientes pierdan la oportunidad de recibir el tratamiento adecuado. Por lo tanto, es fundamental reconocer las señales de alerta temprana del cáncer.
Cada tipo de cáncer tendrá un conjunto diferente de síntomas. Algunos síntomas se desarrollan en las primeras etapas del cáncer, como un bulto indoloro en la mama.
Pero otros síntomas, como la pérdida de peso o la fiebre, suelen aparecer solo cuando el tumor está avanzado. Algunos cánceres, como el de páncreas, pueden no presentar síntomas en sus etapas iniciales.
Los médicos del Hospital Militar Central 108 han dado señales de alerta temprana a las que la gente debería prestar atención. Por lo tanto, los siguientes signos no necesariamente son causados por cáncer, pero no deben ignorarse:
Perder peso
La pérdida de peso inexplicable puede deberse a otras afecciones, como el hipertiroidismo, la depresión o problemas digestivos. Sin embargo, la diferencia radica en que el cáncer suele provocar una pérdida de peso repentina. Según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (ACS), muchas personas pierden 4,5 kg o más antes de ser diagnosticadas con cáncer.
La pérdida de peso es más frecuente en el cáncer: de esófago, pulmón, páncreas y estómago. El cáncer también altera el metabolismo, provocando pérdida de apetito y disminución de la sensación de hambre.
Fiebre persistente y prolongada
La fiebre es la respuesta del cuerpo a una infección o enfermedad, y suele ser un síntoma común de una infección respiratoria. Sin embargo, la fiebre puede ser una señal de alerta de cáncer si:
Fiebre persistente. La fiebre se presenta principalmente por la noche. No hay otros signos de infección o infección persistente. Sudores nocturnos.
La fiebre rara vez es un síntoma temprano del cáncer, y suele aparecer cuando este se ha diseminado o se encuentra en una etapa avanzada. Sin embargo, puede ser un síntoma temprano en personas con cánceres de la sangre (linfoma, leucemia o linfoma).
Sangrado anormal
Algunos tipos de cáncer pueden causar sangrado. Por ejemplo, el cáncer colorrectal puede causar sangre en las heces; el cáncer de riñón o de vejiga puede causar sangre en la orina. A veces, la pérdida de sangre puede ser más difícil de detectar si se trata de una hemorragia interna, como en el caso del cáncer de estómago.
La sangre de color rojo brillante generalmente proviene del recto o del colon, mientras que la sangre más oscura puede provenir de una ubicación más distante, como el esófago o el estómago.
Muchas otras afecciones, como las úlceras pépticas, las hemorroides o las infecciones, también pueden causar sangre en las heces; las infecciones, los cálculos renales o la enfermedad renal también pueden causar sangre en la orina. Pero sea cual sea la causa, debe tratarse de inmediato.
Fatiga y dolor
La fatiga tan debilitante que no mejora con el descanso puede ser un signo temprano de cáncer.
Las células cancerosas proliferan rápidamente, sin cumplir su función, pero siguen consumiendo nutrientes. Absorben una gran cantidad de nutrientes, lo que provoca que el cuerpo se encuentre en un estado constante de fatiga extrema. La fatiga es, además, la característica más destacada de la leucemia.
Además, el cáncer puede causar dolor de muchas maneras diferentes, siendo la principal la causa del crecimiento del tumor y la compresión o metástasis desde su ubicación original. Por ejemplo, el dolor de espalda puede ser causado por cáncer de colon, próstata, ovario o recto.
Tos o ronquera persistente
La tos es una reacción del cuerpo ante la infección por virus, alergias o polvo.
Sin embargo, una tos persistente puede ser un signo de cáncer de pulmón, junto con otros síntomas como tos con sangre, dolor en el pecho, pérdida de peso, fatiga y dificultad para respirar. En ocasiones, la tos persistente también es un síntoma de cáncer de tiroides.
cambios en la piel
Los cambios en la piel suelen estar relacionados con el cáncer de piel y, en ocasiones, son un signo de otros tipos de cáncer. Por ejemplo, las manchas blancas en la boca pueden ser un signo de cáncer oral; la coloración amarillenta de la piel y los ojos puede ser un signo de cáncer de hígado.
El cáncer de piel puede causar cambios en la piel, como: aumento de la pigmentación o manchas oscuras; aumento del tamaño de los lunares, que pueden llegar a ser mayores que la goma de un lápiz; y cambios en el color de los lunares, que pueden ser tanto negros como marrones.
Bordes asimétricos o irregulares. Úlceras cutáneas que no desaparecen ni cicatrizan, sino que reaparecen. Ictericia.
Cambios en el busto
Un bulto en la mama es un síntoma típico del cáncer de mama, pero no todos los bultos son cancerosos; pueden ser quistes o tumores benignos.
Sin embargo, consulte a su médico para un chequeo si nota algún cambio o crecimiento nuevo en su seno, incluyendo: Un bulto que se puede palpar.
La piel del seno está hinchada, roja, escamosa y áspera. Dolor en el seno. Bulto debajo de la axila. Secreción o sangrado del seno.
Función digestiva anormal
Algunos tipos de cáncer pueden provocar problemas digestivos, como dificultad para tragar, cambios en el apetito o dolor después de comer.
La dificultad para tragar o la sensación de que la comida se queda atascada en la garganta que dura más de dos semanas puede ser un signo de cáncer de faringe, pulmón o esófago.
Los cánceres gastrointestinales (de estómago, duodeno, colon y recto) pueden causar síntomas como indigestión, náuseas, vómitos e hinchazón abdominal. Estos síntomas suelen confundirse fácilmente con enfermedades digestivas comunes.
El cáncer de ovario también puede causar hinchazón; mientras que el cáncer cerebral causa náuseas y vómitos.
Además, según los médicos, algunos tipos de cáncer se desarrollan silenciosamente, sin síntomas ni señales de alerta hasta que alcanzan la etapa final, como el cáncer de páncreas. En algunos casos, el cáncer de pulmón no provoca tos, sino solo algunos síntomas imperceptibles.
El cáncer de riñón en etapa temprana a menudo no causa síntomas. A medida que el tumor crece o progresa, pueden aparecer síntomas como dolor en un lado del cuerpo, sangre en la orina o fatiga.
Cuando se presenta alguno de esos signos anormales, los chequeos médicos regulares y las pruebas de detección de cáncer son las mejores maneras de detectar y tratar el cáncer en una etapa temprana, cuando el tumor aún está localizado, mejorando así la efectividad del tratamiento.
Fuente: https://baodautu.vn/nhung-dau-hieu-canh-bao-ung-thu-som-d218652.html






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