Saigón es un punto de encuentro para personas de todo el país que vienen aquí para hacer realidad su sueño de mudarse al sur. Traen consigo diferentes historias y culturas, por lo que vivir en Saigón significa tener que abrir siempre el corazón. Cada día conoces a un desconocido, aprendes una nueva historia, entiendes una nueva cultura, aprendes cosas nuevas. Por eso, en Saigón, a veces no necesitas leer el periódico, porque cada vez que sales, aprendes algo nuevo.
Para vivir en Saigón, no solo necesitas ser abierto a los demás, sino también abierto a tus pensamientos. Por ejemplo, a la hora de comer, no existe el concepto de comer bien, de comer según su origen. Por eso, en Saigón hay pho con brotes de soja y hierbas, albóndigas de carne en salsa de pescado o pan relleno; comer uno te llenará todo el día.
Muchos paladares conservadores seguramente objetarán, pero cuando mires con calma hacia atrás, comas y pruebes, verás claramente que la comida en Saigón también es muy deliciosa sin tener que seguir ningún estereotipo.
Dicen que es fácil vivir en Saigón, pero para vivir bien en Saigón, necesitamos tener un corazón abierto y un espíritu optimista. Saigón no decepcionará a quienes lo aman y sienten apego por él.
Revista Heritage
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