Jóvenes solitarios

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SGGP 20/04/2023 11:21

Para apoyar la “estabilidad psicológica y emocional y el desarrollo saludable” de los jóvenes, el gobierno coreano acaba de aprobar una política de apoyo con casi 500 dólares al mes (650.000 wones) a adolescentes de entre 9 y 24 años que llevan un estilo de vida aislado y retirado.

Un joven solitario en Corea del Sur

Estos adolescentes viven en hogares con ingresos inferiores al ingreso mensual promedio de un hogar de cuatro personas en Corea del Sur, que es de aproximadamente 5,4 millones de wones (4165 dólares). La asignación mensual busca fomentar la integración de los jóvenes en la sociedad, según el Ministerio de Igualdad de Género y Familia; además, es una forma de que Corea del Sur aborde el problema de la disminución de la población en edad laboral en un contexto de una tasa de natalidad alarmantemente baja y políticas de inmigración estrictas.

En los últimos años, el estilo de vida solitario y la alta tasa de desempleo entre los jóvenes, especialmente tras la pandemia de COVID-19, se han convertido en problemas alarmantes en Corea del Sur. Se define a los "jóvenes solitarios y recluidos" como aquellos que viven en un "espacio confinado, desconectados del mundo exterior durante un cierto tiempo y con dificultades significativas para llevar una vida normal".

Según el Instituto Coreano de Salud y Asuntos Sociales, aproximadamente el 3% de los surcoreanos de entre 19 y 39 años se consideran solitarios o recluidos, lo que equivale a unas 350.000 personas en todo el país. El 40% de ellos se aisla durante la adolescencia. Diversos factores, como las dificultades económicas, la ansiedad social, el estrés, los problemas familiares o los problemas de salud, contribuyen a este fenómeno.

Los jóvenes que viven en aislamiento pueden sufrir discapacidad física debido a su estilo de vida sedentario y una alimentación desequilibrada, y son propensos a padecer dificultades mentales como la depresión debido a la pérdida de su rol social y a una lenta adaptación. El gobierno coreano lo reconoce y está dispuesto a financiar su reintegración social.

Además del apoyo social, el gobierno coreano también ordenó a los gobiernos locales fortalecer los sistemas de alerta temprana y promover redes de seguridad social para adolescentes, y cooperar más estrechamente con instalaciones de bienestar juvenil como refugios o centros de tratamiento para aquellos que no quieren salir de sus hogares y no interactúan con otros.

No solo en Corea, muchos jóvenes japoneses también se encuentran en una situación similar. Según una encuesta del gobierno japonés, casi 1,5 millones de personas en edad laboral en este país viven el estilo de vida hikikomori (aislándose de la sociedad y pasando todo o casi todo su tiempo en casa). El periódico The Guardian citó datos de la Oficina del Gabinete japonés que indican que, según los resultados de una encuesta realizada en noviembre de 2022, se estima que el 2 % de la población de entre 15 y 62 años en este país opta por el estilo de vida hikikomori.

La pandemia de Covid-19 no solo ha afectado la economía , sino que también ha impactado la perspectiva de vida de los jóvenes chinos.

El ritmo acelerado y turbulento de la sociedad actual ha generado más desafíos y preocupaciones para los jóvenes, quienes se sienten inseguros sobre sus carreras profesionales, matrimonios y la presión de cuidar a sus padres ancianos, según informó el Beijing Daily. Ante esta situación, muchos optan por mantener empleos seguros y estables. Pero también hay quienes desean detenerse a reflexionar sobre sus verdaderos deseos en la vida. Se retiran temporalmente del competitivo mercado laboral para replantear su camino. Ir a templos se está convirtiendo gradualmente en una tendencia para los jóvenes que no desean convertirse en monjes, sino buscar la puerta de Buda para reducir la presión del trabajo y la vida moderna.

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