No todos los alimentos salados tienen un alto contenido de sal; y, por el contrario, hay alimentos que parecen “deliciosos e inofensivos” pero que nos hacen consumir mucha más sal que la ingesta diaria recomendada sin siquiera darnos cuenta.
“Sin sal” no significa “bajo en sal”
Para muchas personas, al controlar el consumo de sal, solo se deben considerar los alimentos con un sabor salado distintivo. Sin embargo, la ciencia nutricional moderna demuestra que muchos alimentos contienen altos niveles de sodio (sal), pero no tienen un sabor salado distintivo, lo que facilita que los consumidores se descuiden y consuman accidentalmente una cantidad excesiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos consuman menos de 5 g de sal al día, equivalente a unos 2000 mg de sodio, para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y renales. Mientras tanto, según la Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles de 2021 del Ministerio de Salud , los vietnamitas consumen casi el doble de este nivel.
Comer demasiada sal está alejando silenciosamente a muchas personas de enfermedades peligrosas, especialmente en el contexto de alimentos procesados cada vez más populares.
Alimentos ricos en sal pero bajos en salinidad
La composición de la sal de mesa incluye sodio y cloruro (NaCl), donde el sodio es el ingrediente principal que crea el sabor salado de la sal y el sodio también es el culpable de causar presión arterial alta si se consume demasiada sal.
Según la creencia común, los alimentos con alto contenido de sal a menudo tendrán un sabor salado, sin embargo, hay muchos alimentos que contienen un alto contenido de sal pero no se reconocen fácilmente por el sabor, como los siguientes:
1. Queso y leche procesada

A pesar de su sabor rico y cremoso, el queso puede ser una fuente oculta de sal. En 15 g de queso normal, la cantidad de sodio puede alcanzar los 165 mg, equivalente a 0,41 g de sal, una cantidad considerable si se consume con otros platos.
2. Pan y pasteles
Quizás te sorprenda saber que un sándwich, un desayuno popular, puede contener hasta 276 mg de sodio por cada 100 g, lo que equivale a 0,7 g de sal. Aunque no sabe salado, se le añade sal para crear textura, aumentar su flexibilidad y prolongar su vida útil.
3. Cereales para el desayuno

Muchos cereales comerciales, a menudo considerados "saludables", contienen sal añadida para contrarrestar el amargor y potenciar el dulzor. Esto puede representar hasta el 15 % de la ingesta diaria recomendada de sal, según la marca.
4. Salsas y especias preenvasadas
Tan solo 100 g de salsa de tomate pueden contener 907 mg de sodio, equivalente a 2,3 g de sal. Con condimentos como la mayonesa, el aderezo para ensaladas... solemos usar pequeñas cantidades, pero al usarlas muchas veces al día, la sal se acumula bastante.
5. Jamón, embutidos, salchichas

La sal se usa comúnmente en productos cárnicos procesados para conservarlos y realzar su sabor. Por ejemplo, 80 g de rollo de cerdo contienen hasta 775 mg de sodio, equivalente a 1,94 g de sal, casi el 40 % del límite diario de sal.
6. Fideos instantáneos
Los fideos instantáneos son los líderes en sal en los alimentos procesados. Un paquete de 100 g de fideos puede contener hasta 2593 mg de sodio, equivalente a 6,4 g de sal, superando con creces la ingesta diaria recomendada.
7. Pasteles, snacks, patatas fritas de todo tipo.
No todos los snacks tienen un sabor salado, pero la sal está presente como potenciador del sabor y conservante. Una bolsa pequeña de patatas fritas puede contener 170 mg de sodio, o 0,43 g de sal.

¿Cómo limitar la sal “oculta” en las comidas?
Elija alimentos frescos y sin procesar.
Priorizar las verduras frescas, la carne, el pescado, los cereales integrales… y prepararlos en casa te ayudará a controlar la cantidad de sal añadida.
Reducir los condimentos salados
Limite el uso de salsa de pescado, sal, condimentos en polvo y salsa de soja industrial al cocinar. En su lugar, use hierbas aromáticas, limón, jengibre, cebolla, ajo, etc., para crear sabores naturales.
Practica comer alimentos blandos
Para los niños, es recomendable acostumbrarlos a comer alimentos blandos desde el inicio del destete. No añada sal a las comidas de los menores de un año y limite los alimentos procesados para los más pequeños.
Lea atentamente las etiquetas de los alimentos.
Preste atención a la cantidad de sodio en el envase. Elija productos que indiquen "bajo en sodio", "con sal reducida" o que tengan menos de 120 mg de sodio por 100 g (considerados "bajos en sal").
Fuente: https://baolaocai.vn/nhung-thuc-pham-nhieu-muoi-nhung-khong-ro-vi-man-khien-chung-ta-mat-canh-giac-post649975.html
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