Siendo el lugar más árido del país, esta tierra de viento, sol y mar azul exhibe una belleza cautivadora y, por supuesto, es un lugar ideal para que los fotógrafos busquen premios. Ninh Thuan contiene una naturaleza agreste, tan feroz como el dicho "Gio nhu bang, nang nhu rang" que los habitantes de Phan Rang usan para burlarse de su tierra natal. 
Así se formaron las dunas de Nam Cuong junto a la ciudad, donde cada noche el viento borra las huellas humanas para dibujar sinuosos surcos. La arena arde bajo el sol; ninguna planta puede vivir en ella, salvo los cactus espinosos, pero es un fondo muy interesante para los fotógrafos. 
El pueblo alfarero de Bau Truc y el pueblo tejido de My Nghiep han conservado su profesión tradicional durante cientos de años, lo que constituye una característica encantadora de esta tierra. 
Al dejar los pueblos artesanales, los turistas se dirigen a la playa de Vinh Hy y al Parque Nacional Nui Chua para sentir claramente la naturaleza salvaje del paisaje. 
El mar es claro y azul, lo que permite ver a los peces nadar bajo el cristal del barco. La bahía de Vinh Hy, aún sin un desarrollo turístico como el de Nha Trang, solo cuenta con una pequeña flota de barcos para llevar a los visitantes a pasear por el mar, contemplar las montañas rocosas que se adentran en el mar y detenerse en algunas piscifactorías para disfrutar del marisco. Algunas zonas de mar tranquilo son ideales para nadar y hacer snorkel, pero no hay instalaciones de buceo de confianza, lo cual es una lástima. 
Vinh Hy posee aguas cristalinas de un azul profundo, color jade. Su inmenso espacio es tan cautivador que quienes siguen la tendencia de regresar a la naturaleza deben sumergirse en el amor por el cielo y el mar.
Las características culturales también son lo más destacado de esta tierra, con la torre Cham, la más singular de la región central, y representaciones artísticas especiales. 
La Torre Po Klong Grai se yergue bajo el sol, exhibiendo su magnífica belleza. Es un lugar donde los visitantes quedan impresionados por las líneas artísticas y las creaciones de los artesanos populares. 
Sería fantástico asistir a la actuación de la compañía artística local con música y danzas antiguas. Al atardecer, la imagen más romántica es la del anciano artista tocando la trompeta Sarnai y el tambor Paranung al pie de la torre al atardecer. 
Sería un gran error perderse los viñedos, donde los visitantes pueden admirar las vides cargadas, probar algunas bebidas a base de uva y visitar Hang Rai, un paisaje único con terrazas rocosas, donde los fotógrafos todavía vienen cuando todavía está oscuro para exponer y capturar la escena del agua desbordándose sobre la alfombra de musgo verde a la luz del amanecer.
Revista Heritage
Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbid=774344714806687&set=pcb.774344811473344
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