El sabor agridulce y el sabor a jengibre hacen que la fruta seca sea atractiva para todas las edades. |
Pham Huong |
Los albaricoques secos se consideran un snack que conquista los gustos de todas las edades, desde niños, adultos hasta ancianos, por sus delicados sabores y tipos de productos cada vez más diversos.
A los niños les suele gustar el sabor agridulce del albaricoque joven, el arroz verde con lima y el albaricoque. A los jóvenes les entusiasma el sabor ácido, picante, salado y dulce de las ciruelas encurtidas. Las personas mayores suelen preferir el sabor cálido y picante de las ciruelas encurtidas con jengibre.
Hanoi es famosa por su propia comida en cada estación, pero quizás la fruta en conserva sea un regalo que atrae a los clientes en las cuatro estaciones y se vende durante todo el año.
No es erróneo decir que los albaricoques secos son uno de los regalos típicos de los hanoyenses. El proceso de elaboración es muy meticuloso y elaborado, y su sabor es lo más importante. No se trata de cocinar un plato sencillo, sino que encierra toda una filosofía del yin y el yang y los cinco elementos.
El sabor de los albaricoques tradicionales debe garantizar siempre un equilibrio armonioso entre ácido - picante - salado - dulce pero sin perder el sabor característico de cada fruta cocinada en albaricoques.
Por lo tanto, entre la gran variedad de frutas secas dulces, saladas, ácidas, picantes y saladas, los comensales aún pueden distinguirlas claramente de los albaricoques secos, los albaricoques, las ciruelas, etc. Hanói se caracteriza por el frío otoño-invierno, por lo que los albaricoques secos se han convertido en un regalo indispensable.
La aparición de albaricoques cubiertos de azúcar blanco junto a una tetera y pequeñas historias se han convertido en imágenes únicas de Hanoi.
Hoy en día, con el desarrollo del mercado y la integración cultural, aparecen cada vez más regalos diversos que atraen el gusto de los clientes. Sin embargo, el albaricoque seco aún ocupa un lugar destacado en el corazón de la gente.
No solo eso, de ser un bocadillo familiar y sencillo, ahora el albaricoque seco en la cultura de los hanoienses y de los amantes de este lugar se ha convertido en una especialidad con el sabor y la cultura de Hanoi, de modo que cada vez que llega el Tet, llega la primavera, se elige para regalar a los seres queridos o para ofrecer al altar ancestral como agradecimiento al origen.
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