H-1B: el "boleto dorado" en la carrera global por el talento.
Imagínese una competencia feroz, donde casi medio millón de personas talentosas de todo el mundo compiten por tan solo 85.000 puestos de trabajo en Estados Unidos cada año. Esa es la realidad de la visa H-1B, una visa para trabajadores extranjeros altamente calificados, considerada un "boleto dorado" para acceder a campos profesionales en la economía número uno del mundo.
En esencia, la visa H-1B permite a las empresas estadounidenses contratar ingenieros, científicos , programadores y expertos destacados del extranjero cuando no encuentran personal idóneo en Estados Unidos. El programa otorga 65 000 visas anuales mediante sorteo, además de 20 000 plazas prioritarias para personas con títulos avanzados de universidades estadounidenses. En 2025, se recibieron más de 470 000 solicitudes, lo que demuestra su altísima demanda.
No sorprende que los gigantes de Silicon Valley sean los principales usuarios de visas H-1B. Amazon ya ha aprobado más de 10.000 de estas visas en la primera mitad de 2025, seguida de nombres conocidos como Microsoft, Meta (la empresa matriz de Facebook), Apple y Google. Para estas empresas, la visa H-1B es fundamental para mantener su liderazgo y una herramienta para atraer a los mejores talentos del planeta.
Pero este negocio no se limita a Estados Unidos. Al otro lado del mundo, las visas H-1B son la base del éxito de la industria india de subcontratación de software, valorada en 280 mil millones de dólares. Corporaciones multimillonarias como Tata Consultancy Services (TCS) e Infosys han utilizado visas H-1B para traer a decenas de miles de ingenieros indios a trabajar directamente para importantes clientes estadounidenses, desde Citigroup hasta Walmart.
Con un 71% de las visas H-1B emitidas a ciudadanos indios el año pasado, la H-1B es posiblemente el puente más importante entre las dos potencias tecnológicas.

Con el paso de los años, la visa H-1B se ha convertido en una herramienta importante, que ayuda a corporaciones tecnológicas gigantes como Amazon, Microsoft, Meta o Google a cubrir las carencias de personal (Ilustración: Siasat).
Estrategia "Estados Unidos Primero"
Y entonces, ese puente se estremeció violentamente. El 19 de septiembre, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que imponía una tarifa sin precedentes de 100.000 dólares por cada nueva solicitud de visa H-1B, con vigencia a partir del 21 de septiembre. La decisión no afecta a quienes ya tienen una visa o están en proceso de renovación, pero supone un duro golpe para el futuro del programa.
La Casa Blanca explicó que esta medida forma parte de una estrategia de «Estados Unidos Primero» para prevenir el «abuso» de las visas H-1B, que se cree han reducido los salarios de los trabajadores estadounidenses y facilitado la subcontratación de empleos en el sector de las tecnologías de la información. El objetivo es claro: incentivar a las empresas a contratar personal nacional.
Este no es el último paso. La hoja de ruta de reformas de la administración Trump también incluye que el Departamento de Trabajo aumente el salario mínimo para los titulares de visas H-1B y que el Departamento de Seguridad Nacional desarrolle regulaciones para priorizar a los trabajadores mejor pagados en la lotería.
Esta medida también envía un mensaje muy claro: si las empresas quieren contratar extranjeros, tienen que pagar un precio muy alto y demostrar que son verdaderos talentos excelentes.
Silicon Valley en crisis, India en estado de shock
El anuncio del Sr. Trump causó conmoción inmediata en Silicon Valley, y algunas empresas inicialmente aconsejaron a sus empleados que limitaran los viajes fuera del país antes de que la Casa Blanca aclarara que la norma solo se aplicaba a las nuevas solicitudes.
Los economistas no tardaron en dar la voz de alarma. Atakan Bakiskan, del banco de inversión Berenberg, lo calificó como un ejemplo clásico de «políticas que frenan el crecimiento». Argumentó que encarecer prohibitivamente la atracción de talento extranjero provocaría una «fuga de cerebros», lo que lastraría la productividad de la economía en su conjunto.
“Es improbable que las inversiones en inteligencia artificial compensen las pérdidas ocasionadas por la fuga de talento humano”, recalcó. El banco incluso rebajó su previsión de crecimiento económico para Estados Unidos del 2% al 1,5% y advirtió que esta cifra “podría resultar demasiado optimista en breve”.
Si bien las grandes empresas tecnológicas tienen los recursos financieros para pagar las nuevas tarifas, Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, teme que otros sectores que también dependen de las visas H-1B, como la atención médica y la educación , puedan enfrentar serias dificultades para reclutar personal en el futuro.
Pero el epicentro de la tormenta es India. La industria de subcontratación de software del país, valorada en 280 mil millones de dólares y considerada un caso de éxito, se enfrenta a una reescritura de las reglas del juego.
Las acciones de los gigantes tecnológicos Infosys y TCS cayeron alrededor de un 3% el lunes tras el anuncio. Para una empresa como Infosys, que tiene previsto emitir más de 2.500 visas H-1B en el año fiscal 2024, la nueva tarifa podría costarle al menos 250 millones de dólares, obligándola a replantear su estrategia.
El gobierno indio expresó su preocupación, advirtiendo sobre las consecuencias humanitarias derivadas del riesgo de alterar la vida de muchas familias. En las redes sociales, la opinión pública india se ha dividido, oscilando entre la preocupación y la ansiedad. El ministro de Comercio, Piyush Goyal, enfatizó: «Ellos (EE. UU.) también temen, en cierta medida, nuestro talento, y no tenemos nada en contra de eso».

Para India, que representó el 71% de las visas H-1B emitidas el año pasado, la nueva orden del Sr. Trump es un verdadero shock (Foto: Getty).
El objetivo del Sr. Trump es proteger los empleos estadounidenses, pero esta medida podría ser un arma de doble filo y causar consecuencias imprevistas.
Los expertos analizan un escenario contraproducente. Bhaskar Rao, director ejecutivo de la empresa de medios Digital Sea, comentó que, en lugar de contratar estadounidenses, el aumento de los costos laborales podría obligar a las corporaciones estadounidenses a intensificar la construcción de centros de competencia global (CCG) en la India. Actualmente, gigantes como Microsoft, Google y Goldman Sachs operan centros de gran envergadura en el país.
«Si no pueden subcontratar en Estados Unidos, ampliarán su presencia en India», afirmó el Sr. Rao. Esta política podría, involuntariamente, fomentar la deslocalización de empleos fuera de Estados Unidos.
De hecho, las empresas tecnológicas indias no se han quedado de brazos cruzados. Desde el primer mandato de Trump, compañías como TCS e Infosys han ido reduciendo gradualmente su dependencia de las visas H-1B, aumentando la contratación local en Estados Unidos y creando centros de servicios nacionales. La tarifa de 100.000 dólares quizá no las lleve a la quiebra, pero acelerará su transición hacia un nuevo modelo de negocio, posiblemente centrado en consultoría local más costosa o en externalizar completamente sus servicios.
El futuro es incierto. «Esta decisión casi con toda seguridad será impugnada ante los tribunales, y la industria tecnológica ejercerá mucha presión para que se revierta», afirmó Rao. Un impacto de esta magnitud en la oferta laboral claramente no es bueno para Estados Unidos a largo plazo.
En definitiva, el precio de 100.000 dólares de una visa H-1B es más que una simple barrera económica. Es una clara señal de cambio en la política migratoria estadounidense, una prueba para la capacidad de adaptación de las empresas tecnológicas globales y un tablero geopolítico donde está en juego el futuro de cientos de miles de talentos y el flujo global de cerebros.
Como dijo un experto: "Con el señor Trump, nada es seguro".
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/ong-trump-ap-phi-visa-h-1b-thung-lung-silicon-hoang-mang-an-do-lo-ngai-20250922225510625.htm






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