En la reciente redacción de la Ley de Geología y Minerales, legisladores y autoridades, así como expertos y gestores, coincidieron en la necesidad de una regulación más específica y estricta sobre el contenido de la subasta de derechos de explotación minera. El objetivo de los legisladores y los organismos estatales de gestión de minerales es establecer un marco legal riguroso y transparentar la gestión de los minerales, de modo que los minerales y las actividades mineras contribuyan eficazmente a los objetivos de desarrollo del país y beneficien equitativamente los intereses nacionales, locales y empresariales mediante una gestión transparente de la información, para lo cual la subasta se considera una solución eficaz.
Sin embargo, como han señalado algunos expertos, nadie puede garantizar la perfección absoluta de ninguna ley. La brecha entre los principios del derecho y la realidad crea, en mayor o menor medida, lagunas legales, y las regulaciones sobre subastas en la explotación minera no son la excepción. La anulación de subastas son ejemplos típicos.
Recientemente, el propio Primer Ministro tuvo que dirigir directamente la revisión de las cuestiones relacionadas con la subasta de tres minas de arena en Hanoi con precios ofrecidos cientos de veces más altos que el precio inicial de salida.
Existen numerosas hipótesis en torno a la exitosa subasta de tres minas de arena en Hanói a precios cientos de veces superiores al precio inicial, y cada una de ellas genera preocupación en la sociedad. La primera hipótesis es que las reservas de las minas no se evalúan de forma realista. Debido a su ubicación bajo el lecho del río, medir, evaluar y estimar las reservas de arena no es fácil. Con un pequeño impacto, ya sea subjetivo u objetivo, la cifra puede cambiar rápidamente. Si esta hipótesis se materializa, el Estado perderá recursos minerales.
La siguiente hipótesis es una subasta virtual y, en consecuencia, la pérdida del depósito. Habrá que esperar a que se produzcan nuevos avances para llegar a una conclusión, pero es difícil no ser escéptico, ya que los resultados de la encuesta muestran que el precio de la arena utilizada como material de construcción en Hanói y las provincias vecinas ronda los 100.000 VND/m³, incluyendo los gastos de transporte a la obra. Mientras tanto, el precio medio por metro cúbico de arena restante en las tres minas que acaban de ser subastadas con éxito llega a los 800.000 VND/m³, sin incluir siquiera los gastos de explotación y transporte.
Esta inflación de precios recuerda a la práctica de "el gusano de seda se come la morera", lo que significa que, tras obtener la licencia para explotar arena, las empresas explotan gradualmente las áreas legalmente autorizadas, invadiendo poco a poco cada día. Un año después, en retrospectiva, el área de explotación es mucho mayor que el área central legal.
Esto ha ocurrido en muchas localidades y se da por sentado casi implícitamente, para compensar las limitadas reservas de arena. Esta es también una de las muchas razones por las que las empresas compiten para aumentar el precio de los derechos de extracción de arena hasta decenas o incluso cientos de veces por encima del precio inicial.
Durante mucho tiempo, las autoridades han descubierto muchos casos de extracción de arena fuera del alcance autorizado en provincias y ciudades... Algunas empresas han utilizado equipos para extraer arena fuera de la ubicación, límite de la mina, más allá del marco de tiempo prescrito; han explotado más allá de la capacidad autorizada; no han mantenido en funcionamiento las estaciones de pesaje, los sistemas de vigilancia con cámaras, han mantenido libros, facturas y documentos de compraventa incompletos; han declarado y pagado impuestos sobre la explotación y el comercio de minerales que no están de acuerdo con la producción autorizada... Esta situación no puede estar desvinculada de la artimaña de la subasta que ha ocurrido antes.
El Proyecto de Ley de Geología y Minerales, en desarrollo, ha complementado y aclarado las disposiciones sobre la subasta de derechos de explotación minera. El Código Penal de 2015 (modificado y complementado en 2017) también estipula claramente las condiciones para el procesamiento penal por el delito de "Infringir las normas sobre investigación, exploración y explotación de recursos". Se espera que, con la visión del Proyecto de Ley y las leyes conexas, se cree un cauce legal para restringir y limitar el lucro cesante con minerales mediante artimañas, siendo la interrupción de subastas un ejemplo típico. Sin embargo, la ley es, en última instancia, solo una herramienta; lo más importante es que los agentes del orden no "infrinjan" sus propias normas éticas profesionales ni ayuden e ignoren a quienes evaden o infringen la ley.
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