Los bomberos extinguen un incendio en una casa incendiada en Roubaix, Francia, en medio de protestas.
La agencia de noticias AFP citó el 30 de junio a una fuente policial diciendo que las autoridades francesas esperaban que se produjeran violencia urbana en las "próximas noches", después de que la policía disparara y matara a un adolescente mientras controlaba infracciones de tránsito, lo que provocó una ola de protestas.
El adolescente Nael M. (17 años) fue baleado el 27 de junio en el barrio de Nanterre, al oeste de París. El barrio de Clamart, en París, ha anunciado un toque de queda de 21:00 a 06:00 del 29 de junio al 3 de julio.
La policía mata a tiros a un joven conductor, lo que provoca protestas violentas. ¿Qué dice el presidente francés, Macron?
Las autoridades parisinas anunciaron el 29 de junio que los servicios de autobús y tranvía en la capital se suspenderían a partir de las 21:00 horas todos los días, "para garantizar la protección del personal y los pasajeros".
Según el ministro del Interior, Gerald Darmanin, se han desplegado unos 40.000 policías en todo el país para hacer frente a nuevas protestas.
Mounia, la madre de la víctima, marchó en la ciudad de Nanterre para conmemorar a su hijo.
Un agente de policía ha sido arrestado y acusado en relación con la muerte del adolescente, que recibió un disparo en el pecho durante una parada de tráfico en la mañana del 27 de junio.
El incidente reavivó antiguas quejas sobre la actuación policial y el racismo en los suburbios multiétnicos y de bajos ingresos de Francia. Las protestas continuaron en Francia por tercera noche consecutiva la noche del 29 de junio (hora local), con numerosos manifestantes quemando coches y vandalizando edificios.
El ministro Darmanin dijo que hasta las 3:00 a.m. del 30 de junio (hora local, 8:00 a.m. en Vietnam), al menos 421 personas habían sido arrestadas en todo el país.
"No hubo enfrentamientos violentos directos con las fuerzas policiales, pero sí hubo algunos comercios vandalizados, negocios saqueados o incluso incendiados", dijo un funcionario de la policía nacional.
Los edificios públicos también fueron atacados, y una comisaría de policía en la ciudad pirenaica de Pau fue atacada con bombas incendiarias, según las autoridades regionales.
En su primera entrevista después del incidente, Mounia M., la madre de la víctima, dijo: "No culpo a la policía, sólo culpo a una persona, la persona que le quitó la vida a mi hijo".
France 5 la citó diciendo que el policía de 38 años "vio el rostro de un árabe, un niño, y quiso matarlo". Nahel era su único hijo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo un llamamiento a la calma y calificó la violencia durante las protestas de "injustificada". La ola de protestas supone un nuevo reto para el líder, tras las protestas multitudinarias contra el aumento de las pensiones.
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