En su informe recién publicado, la UNODC señala que las redes delictivas que han surgido en el Sudeste Asiático en los últimos años, con centros de fraude a gran escala que emplean a decenas de miles de trabajadores forzados, se han convertido rápidamente en una red global que opera con creciente sofisticación. A pesar de la intensificación de las medidas represivas por parte de algunos gobiernos del Sudeste Asiático, estas organizaciones delictivas continúan modificando sus operaciones, expandiéndose por toda la región e incluso a nivel mundial .
En los últimos meses, China, Tailandia y Myanmar han intensificado una campaña coordinada para combatir los centros de fraude a lo largo de la frontera entre Tailandia y Myanmar, rescatando a víctimas de fraude o secuestro (como el actor Wang Jing y el modelo Yang Zeqi, de China, en enero de 2025). El gobierno tailandés ha cortado el suministro eléctrico transfronterizo a algunas zonas de Myanmar y ha desconectado internet para interrumpir el funcionamiento de estos centros de fraude.
Sin embargo, la ONUDD afirmó que las bandas han estado trasladando sus operaciones a zonas y regiones remotas con gobernanza laxa en el sudeste asiático, así como en países fuera de la región.
Las organizaciones criminales también se están expandiendo a Sudamérica, buscando fortalecer vínculos con los cárteles de la droga de la región mediante el lavado de dinero. Además, estas organizaciones están expandiendo sus operaciones a países africanos como Zambia, Angola, Namibia y Europa del Este.
Las bandas criminales emplean diversas tácticas para atraer y seducir a personas de decenas de países para que participen en sus estafas. En redadas recientes en la frontera entre Tailandia y Myanmar, las autoridades han rescatado a víctimas de más de 50 países.
El analista de la UNODC, John Wojcik, evaluó que las bandas criminales se están desarrollando rápidamente y se están propagando como un cáncer. Afirmó que, si bien las autoridades de una localidad o país pueden desmantelar una red que opera en su zona, las raíces de la organización criminal permanecen, como un ciempiés con múltiples patas, por lo que estas organizaciones aún pueden emplear tácticas sofisticadas para modificar sus operaciones.
La UNODC estima que existen cientos de operaciones de fraude a gran escala en todo el mundo, que generan decenas de miles de millones de dólares anuales. La agencia insta a los países a cooperar e intensificar sus esfuerzos para desmantelar estas bandas criminales en el Sudeste Asiático y prevenir sus actividades a nivel mundial.
Los expertos resumen que, si bien las estafas en línea son cada vez más sofisticadas y se dirigen a diversos grupos, todas comparten un método común: ganarse la confianza, robar información del usuario y luego apropiarse de sus activos. Los estafadores en línea explotan la tecnología avanzada para aprovecharse de los secretos de la mente de las personas, especialmente la codicia y el miedo, para manipular su psicología y luego defraudarlas para obtener ganancias.
Muchas víctimas caen en estafas por la tentación de obtener bienes fácilmente o regalos de origen desconocido, ganancias irreales sin esfuerzo, ofertas tentadoras de "trabajo fácil con un salario alto" o por temor a que se vean perjudicados su vida, honor, reputación o derechos legales. Por lo tanto, junto con los esfuerzos para erradicar la delincuencia, los países deben fortalecer las campañas de concienciación pública para mejorar la comprensión de la ley por parte de la población; solo así se podrá erradicar el fraude en línea a largo plazo.
Fuente: https://nhandan.vn/quyet-liet-voi-nan-lua-dao-truc-tuyen-post874788.html






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