RSF vuelve a jugar la carta del aislamiento.

Fundada en 1985, Reporteros Sin Fronteras (RSF) tiene su sede en París. Es una organización no gubernamental global que se rige por el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con el objetivo de proteger la libertad de prensa en el mundo , luchar contra la censura, ejercer presión y ayudar a los periodistas encarcelados.

En vista de su propósito, muchos creen que Reporteros Sin Fronteras (RSF) es una organización genuina que trabaja por el progreso de la "protección de la libertad de prensa" y la promoción de la libertad y la civilización en el mundo. Sin embargo, contrariamente a la política de las Naciones Unidas y a sus principios declarados, esta organización ha difundido argumentos falaces, distorsionando la situación de la libertad de prensa y de expresión en varios países, incluido Vietnam. RSF también utiliza un lenguaje halagador para defender públicamente a quienes se valen del nombre de la prensa para cometer delitos y que han sido procesados penalmente, como Pham Doan Trang, Pham Chi Dung, Nguyen Lan Thang y Le Trong Hung. RSF los denomina "periodistas independientes" para politizar e internacionalizar el tema de la libertad de prensa en Vietnam, buscando desacreditar a la organización y solicitar la intervención internacional en los asuntos internos del país.

Si bien Reporteros Sin Fronteras (RSF) afirma defender la prensa mundial con rigor científico , hasta ahora no ha introducido el concepto de "periodista independiente" ni ha clarificado el significado de "libertad de prensa" de forma específica y clara que sirva de base para sus juicios. Con un enfoque que no se fundamenta en un entendimiento común, el método de RSF para evaluar la situación de la libertad de prensa es como intentar adivinar el camino correcto: siempre estereotipado, carente de objetividad y transparencia.

Volviendo al tema anterior, el uso que hace Reporteros Sin Fronteras (RSF) del pretexto de proteger la libertad de prensa en el mundo, oponerse a la censura y ejercer presión, ayudando a periodistas encarcelados a exigir la libertad de disidentes y delincuentes, constituye un grave error y demuestra una falta de respeto por la rigurosidad de la ley de la República Socialista de Vietnam. «El país tiene su ley nacional, la familia tiene sus normas», y cualquier persona que resida en Vietnam, como Pham Doan Trang, Pham Chi Dung, Nguyen Lan Thang, Le Trong Hung o cualquier residente en Vietnam, debe acatar las disposiciones de la ley vietnamita. Por lo tanto, es imposible utilizar la reputación de «periodista independiente» para eludir la ley vigente; es imposible aprovecharse de la libertad democrática y la libertad de prensa para escribir, difundir información falsa y perjudicial, o producir o publicar material que incite al odio contra el Partido y el Estado de Vietnam.

Al arrestar y procesar a estos sujetos ante la ley, las fiscalías cuentan con pruebas claras y convincentes, y el juicio debe basarse en las leyes y los delitos correspondientes. En función de las acciones y las consecuencias derivadas de ellas, los sujetos fueron sentenciados por el tribunal tras una evaluación objetiva y completa de las pruebas, considerando las circunstancias agravantes y atenuantes de la responsabilidad penal. Cabe señalar que el juicio y la sentencia de los acusados son medidas que las fiscalías deben adoptar, ya que los sujetos cometieron delitos hasta el final, a pesar de que las autoridades aplicaron reiteradamente medidas educativas, asesoramiento y sanciones administrativas, y aun así, «repitieron los mismos errores», continuaron delinquiendo e incluso se volvieron más peligrosos e imprudentes. Por lo tanto, es preciso reiterar que no existe la detención «arbitraria» de periodistas en Vietnam, como alega RSF.

En particular, es un hecho que, tras abordarse los temas mencionados ante la ley, los usuarios de redes sociales evitaron la información nociva, tóxica y falsa que habían producido, compartido y difundido continuamente mientras aún formaban parte de la sociedad, provocando grandes controversias en línea. El hecho de cortar la fuente de información falsa y dañina de las páginas personales de personas antigubernamentales ha contribuido a una verdadera limpieza informativa, reduciendo los artículos que distorsionan, difaman y vulneran las libertades democráticas, los intereses del Estado, las organizaciones y la ciudadanía, y previniendo la adulación, la promoción de información falsa y el extremismo antigubernamental.

Además, al exigir la liberación de quienes se hacen pasar por periodistas para oponerse al Partido y al Estado de Vietnam, resulta evidente la relación simbiótica entre Reporteros Sin Fronteras (RSF) y estas personas. De hecho, la base para que RSF clasifique la libertad de prensa y critique a Vietnam suele provenir de información proporcionada por organizaciones e individuos reaccionarios y hostiles, oportunistas políticos y quienes cometen delitos e infringen la ley vietnamita. El arresto y el procesamiento judicial de estas personas por parte de las autoridades ha debilitado la influencia de RSF, reduciendo su valor y agotando sus fuentes de información falsa.

En particular, debido a que Reporteros Sin Fronteras (RSF) se centra excesivamente en defender ciegamente a opositores disfrazados de periodistas, ignora la cruda realidad de la libertad de prensa en Vietnam. Los logros que reflejan objetivamente la situación de la libertad de expresión y de prensa en Vietnam son reconocidos por países prestigiosos y organizaciones internacionales, pero RSF y otras organizaciones parciales los ignoran sistemáticamente. Según el Ministerio de Información y Comunicaciones, a diciembre de 2023, el país contaba con 127 agencias de prensa, 671 agencias de revistas (incluidas 319 revistas científicas y 72 revistas literarias y artísticas) y 72 agencias de radio y televisión.

En el sector de la prensa trabajan aproximadamente 41.000 personas, de las cuales unas 16.500 se dedican a la radio y la televisión. A diciembre de 2023, el número total de acreditaciones de prensa para el periodo 2021-2025 ascendía a 20.508, de las cuales 7.587 poseían un título universitario o superior en periodismo. Las agencias de prensa se dividen en los siguientes cuatro grupos: 1) Prensa local (incluidos periódicos y revistas de provincias y ciudades, y revistas de asociaciones literarias y artísticas locales): 143 unidades; 2) Prensa central (bloque de partidos políticos, ministerios, organismos ministeriales, organismos gubernamentales, organizaciones sociopolíticas, asociaciones centrales, organismos de corporaciones, empresas públicas y editoriales): 347 unidades; 3) Radio (incluidas la radio hablada y la televisión audiovisual): 72 unidades; 4) Revistas científicas: 320 unidades.

La prensa vietnamita se ha convertido en un verdadero foro de expresión y una herramienta para proteger la libertad y los intereses de todas las personas. Todos, sin importar su edad, género, etnia o religión, tienen derecho a hablar, expresar sus deseos y aportar sus opiniones a los comités del Partido y a las autoridades de todos los niveles a través de la prensa. Al seguir de cerca los acontecimientos, proporcionar información rápida y precisa sobre la naturaleza de los mismos y los temas clave, y orientar claramente a la opinión pública, la prensa ha desempeñado eficazmente su papel fundamental, generando claros efectos sociales. Esta es una realidad objetiva sobre la libertad de prensa en Vietnam, que refuta el argumento distorsionado de Reporteros Sin Fronteras (RSF) de que la libertad de prensa en Vietnam se está deteriorando gradualmente.

Entre los 36 disidentes mencionados por RSF, algunos eran periodistas que trabajaban en agencias de prensa, pero posteriormente se les revocó su credencial de prensa por infringir la ley y se les prohibió seguir ejerciendo el periodismo. Muchos otros casos no corresponden a periodistas, sino a personas que utilizan plataformas digitales para escribir artículos y producir vídeos que distorsionan la verdad en las redes sociales. Por lo tanto, equiparar estos casos con la "detención de periodistas" y la "represión de la prensa" es contrario a la naturaleza del asunto. La visión falsa y deshonesta de RSF sobre la libertad de prensa y su defensa de los disidentes mencionados resulta inapropiada y carece de toda validez.

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