En pleno día de verano, Sa Huynh se presenta como una estampa idílica. El mar azul se extiende hasta el horizonte, la luz dorada del sol tiñe de brillo metálico cada ola. La arena es suave y tersa al tacto. La brisa sopla suavemente. El susurro de las olas evoca ecos ancestrales de hace mil años que aún resuenan en algún lugar.
Las viejas marcas resuenan de vuelta
Sa Huynh no es solo mar. Esta tierra fue la cuna de tres grandes culturas: Sa Huynh, Champa y Dai Viet, creando el estrato geológico cultural más valioso de la región.

Una de las hermosas playas de Sa Huynh
FOTO: TRANG THY
Hace más de un siglo, el arqueólogo francés M. Vinet descubrió cientos de sarcófagos de terracota en la colina de Ma Vuong, un banco de arena situado entre la laguna de An Khe y el mar abierto. Las vasijas de terracota fueron excavadas sucesivamente, revelando un valioso archivo documental sobre la cultura Sa Huynh, que data de hace unos 3000 años y se extendía desde Quang Tri hasta la costa centro-sur, las tierras altas centrales e incluso algunos archipiélagos.
Los antiguos habitantes de Sa Huynh eran expertos en agricultura, navegación y metalurgia. Azadas, cuchillos, palancas, puntas de lanza… todos ellos de hierro en su estado original; espejos de bronce de la dinastía Han Occidental; trípodes de bronce de la dinastía Han Oriental; y elaborados collares de joyería hallados en tumbas de ánforas, todo ello demuestra una cultura vibrante y en desarrollo, con amplios intercambios con las civilizaciones del sudeste asiático, China e India.
En 2022, el sitio cultural de Sa Huynh fue clasificado como reliquia nacional especial por el Primer Ministro .

Templo Thien Ya Na en el puerto marítimo de Sa Huynh
FOTO: TRANG THY
También en Sa Huynh, junto al puerto donde los barcos van y vienen sin cesar, se encuentra un templo dedicado a Thien Ya Na, una diosa sagrada para el pueblo Cham. Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, unos pescadores encontraron una estatua flotando en la orilla y construyeron allí mismo un templo. El templo, antaño sencillo, ha sido renovado y ahora es un lugar donde la gente deposita su fe y reza por seguridad, buenas cosechas y paz en cada salida al mar.
Venir a Sa Huynh… te emborrachará
La naturaleza ha dotado a Sa Huynh de un paisaje encantador. Las verdes laderas de las montañas se extienden hasta el mar como los brazos del dios de la montaña que abrazan al dios del agua. Las playas de arena se curvan como una luna creciente que desciende a la tierra. Los álamos proyectan frescas sombras verdes sobre las doradas laderas de arena. El agua esmeralda del mar resplandece bajo el sol de verano. Las olas acarician suavemente, como si arrullaran y contaran historias del pasado. Todo el mar, de una belleza poética, es como una acuarela que se transforma en armonía con el viento, las olas y la luz del sol.

Los álamos proyectan sus sombras en Sa Huynh
FOTO: TRANG THY
Recorriendo la costa de Sa Huynh, te encontrarás con pescadores trabajadores y honestos. Viven del mar y lo protegen con todo su amor. Al amanecer, pequeñas barcas y cestas se mecen en el agua, recogiendo redes, pescando calamares y demás. Algunos bucean, con gafas de buceo, fusiles y flechas, zigzagueando entre los arrecifes para pescar y capturar pulpos. Los trofeos plateados que brillan bajo el sol son regalos del mar y fruto del esfuerzo de muchas generaciones de pescadores.
Del mar al mercado, y del mercado al restaurante. El marisco de Sa Huynh siempre es fresco y delicioso. Pescado, calamar, pulpo: hervidos, a la parrilla, al vapor, fritos... y bañados en sal de Sa Huynh, una especia elaborada con salinas de más de cien hectáreas, de un característico sabor salado suave, que constituye la esencia de la gastronomía costera de la zona.

Los salineros cosechan la sal bajo el sol de verano.
FOTO: TRANG THY
Lo más interesante es sentarse en un pequeño restaurante cerca de la playa de Sa Huynh, pedir un plato de calamares a la plancha aromáticos, añadir un cuenco de sal, pimienta y limón, respirar la brisa salada, contemplar el mar brillar con la luz dorada del sol... Esa sensación no es fácil de encontrar en ningún otro lugar.
Antes de partir de Sa Huynh, no olvides comprar algunas especialidades locales como calamares secos, jurel rayado, pasta de camarones y sal para llevar de recuerdo. Son regalos sencillos, pero que capturan la esencia del mar, el sol, el viento y el cariño de la gente.

El marisco de Sa Huynh es fresco, recién pescado por los pescadores.
FOTO: TRANG THY
Sa Huynh no es ruidoso ni ostentoso, pero una vez que llegas, respiras el aroma del sol y del viento, escuchas el sonido de las olas lamiendo las cosas antiguas, te sientas en la orilla arenosa y saboreas el sabor salado de la sal, la dulzura del pescado, entonces definitivamente guardarás Sa Huynh en tu corazón como un recuerdo hermoso e inolvidable.
Fuente: https://thanhnien.vn/sa-huynh-lung-linh-trong-nang-ha-185250802093123392.htm






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