El director del Centro Nacional de Pronósticos Hidrometeorológicos, Sr. Mai Van Khiem, dijo que el fenómeno de El Niño podría aparecer en la segunda mitad del verano de 2023 y durar hasta 2024 con una probabilidad de alrededor del 70 - 80%.
Según el Sr. Khiem, bajo las condiciones de El Niño, en la mayoría de las regiones del país, la temperatura media mensual tiende a ser más alta de lo normal, las olas de calor podrían ser más frecuentes y severas, y existe la posibilidad de que se registren numerosos récords de temperaturas máximas absolutas. Las actividades de tormentas y depresiones tropicales podrían no ser tan numerosas, pero se concentrarán a mediados de la temporada, con características más inusuales, tanto en intensidad como en trayectoria.
Bajo el fenómeno de El Niño, en la mayoría de las regiones del país, las olas de calor podrían ser más frecuentes e intensas. (Ilustración: Dac Huy).
Cabe destacar que El Niño suele provocar déficits de precipitaciones en la mayoría de las zonas del país, con un nivel común de 25 a 50%, por lo que existe un alto riesgo de sequía local o generalizada en zonas con alta demanda de agua para la producción y la vida diaria, durante los meses secos de 2023.
Necesitamos protegernos contra la escasez de precipitaciones que podría provocar sequías, intrusión de agua salada y escasez de agua durante los primeros meses de 2024 en todo el país. El ejemplo más evidente del impacto de El Niño fue la sequía récord y la intrusión de agua salada que causó en 2015-2016 y 2019-2020, afirmó el Sr. Khiem.
Según el Sr. Khiem, en condiciones de El Niño, las precipitaciones tienden a disminuir, pero podrían registrarse las lluvias más intensas en 24 horas. Por ejemplo, en 2015, hubo El Niño, pero en Quang Ninh se registraron lluvias intensas históricas a finales de julio.
En el año de El Niño 2002, se produjeron fuertes lluvias que provocaron graves inundaciones en numerosas zonas. En concreto, se produjeron importantes inundaciones por encima del nivel de alerta 3 en julio y principios de agosto en el río Rojo, en Thai Binh ; a finales de septiembre, en la región central, se produjeron importantes inundaciones, incluyendo inundaciones históricas en el curso superior del río Ca (Ha Tinh); y en el delta del Mekong, en el sur.
En 2009, la tormenta n.° 9 (Ketsana) azotó las provincias de Quang Nam y Quang Ngai, causando una gran inundación, una inundación histórica a finales de septiembre. El pico de inundación de 2009, en los principales ríos desde Quang Binh hasta Phu Yen, superó el nivel de alerta 3, causando graves inundaciones desde Quang Binh hasta Khanh Hoa y Kon Tum.
La prolongada sequía en Nghe An en 2020 provocó grietas en los campos y la exposición de lagos y ríos. (Foto: Tran Loc)
Para hacer frente al impacto de El Niño, el Sr. Khiem indicó que el Departamento General de Hidrometeorología envió un despacho al Comité Directivo Nacional para la Prevención y el Control de Desastres Naturales advirtiendo sobre el impacto de El Niño, informando a los ministerios, las delegaciones y las localidades para que cuenten con planes de respuesta. El Primer Ministro solicitó en un despacho reciente las tareas inmediatas y a largo plazo para los ministerios, las delegaciones y las localidades.
Ante la alta probabilidad de El Niño, es necesario revisar y evaluar la demanda de agua para la producción y la vida diaria a fin de ajustar los planes en consecuencia, especialmente para la cosecha de verano-otoño en las regiones Centro-Norte y Central, o en áreas con gran actividad turística durante los meses secos de 2023. Los embalses también deben considerar ajustar sus planes de operación y producción para afrontar el riesgo de déficit de lluvias en condiciones de El Niño.
Además de hacer frente a la escasez de agua y las sequías en las condiciones de El Niño, no debemos perder la vigilancia ante la posibilidad de inundaciones y lluvias inusuales como las que ocurrieron en años anteriores de El Niño", enfatizó el Sr. Khiem.
El Niño es el término utilizado para describir el fenómeno de calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano en el Océano Pacífico ecuatorial central y oriental, que dura entre 8 y 12 meses o más, y suele ocurrir cada 3 o 4 años, pero a veces es más o menos frecuente.
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