El presidente estadounidense Donald Trump (derecha) y el multimillonario Elon Musk en un evento en Washington. Foto: Kyodo/TTXVN
Según el Wall Street Journal del 8 de abril, Elon Musk, el principal empresario tecnológico del mundo y uno de los asesores más influyentes del presidente Donald Trump, expresó públicamente su desacuerdo con la filosofía comercial que sigue la administración Trump. Los comentarios de Musk no solo expusieron posibles fisuras dentro de la administración en torno a los aranceles, sino que también plantearon interrogantes sobre el rumbo económico que está adoptando Estados Unidos.
Recientemente, el multimillonario responsable de Tesla y SpaceX publicó un famoso video del economista ganador del Premio Nobel, Milton Friedman, en el que Friedman explica vívidamente las complejidades de las cadenas de suministro globales usando el ejemplo de un lápiz. Esta acción se considera una crítica implícita a las políticas proteccionistas y arancelarias que la administración Trump está implementando activamente.
Musk ya ha criticado directamente a Peter Navarro, el principal asesor comercial del presidente Trump. En la red social X (anteriormente Twitter), el multimillonario Musk no dudó en afirmar que el apoyo de Navarro a unas barreras comerciales sólidas y generalizadas era un error. El multimillonario también insinuó que Navarro carecía de experiencia práctica en la construcción y el desarrollo de la economía, escribiendo: "No construye nada", una frase que Musk borró posteriormente.
Las medidas de Musk se producen tras el anuncio de la administración Trump de una serie de nuevos aranceles, lo que ha provocado una importante turbulencia en el mercado bursátil y ha suscitado la preocupación por una recesión mundial. El presidente Trump ha declarado que los estadounidenses deben prepararse para un "dificultad a corto plazo" mientras intenta reestructurar la economía estadounidense, con el objetivo de reducir la dependencia de los productos extranjeros. La semana pasada, se impusieron nuevos aranceles a la mayoría de las economías del mundo , incluso más altos para algunos países, lo que ha construido un alto "muro" comercial alrededor de Estados Unidos.
La agresiva política comercial de Trump ha generado mucha confusión, especialmente sobre si se trata de una estrategia a largo plazo para impulsar la manufactura nacional o simplemente una estrategia de negociación para obligar a otros países a cambiar sus políticas. Esta confusión se agravó aún más cuando un comentario fuera de tema del director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, se malinterpretó como una sugerencia de que el presidente Trump podría suspender los aranceles durante 90 días, lo que provocó una breve subida en los mercados antes de volver a la baja después de que la Casa Blanca aclarara que no se planeaba ningún cambio de política.
Hay indicios de que algunos miembros de la coalición de Trump están perdiendo el favor de la Casa Blanca en materia comercial. Bill Ackman, multimillonario gestor de fondos de cobertura y partidario de Trump, ha pedido una pausa de 90 días en los aranceles para dar tiempo a las negociaciones con otros países. Advirtió que, de lo contrario, el resultado sería una "explosión económica nuclear autoinfligida". En redes sociales, Ackman expresó su preocupación por que las políticas actuales estén destruyendo la confianza en Estados Unidos como socio comercial confiable, un lugar atractivo para hacer negocios y un lugar seguro para invertir capital.
Mientras tanto, altos funcionarios de la Casa Blanca han ofrecido diferentes razones para los aranceles. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha afirmado que el objetivo general es iniciar las negociaciones comerciales. Declaró en el programa "Meet the Press" de la NBC que los aranceles otorgaron al presidente Trump la máxima influencia y que más de 50 países se han puesto en contacto con la Casa Blanca para discutir la reducción de sus barreras comerciales. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, por su parte, adoptó una postura más firme, declarando en el programa "Face the Nation" de la CBS que Estados Unidos debe dejar de ser "estafado" por otros países.
Durante el fin de semana, el Sr. Musk ofreció una idea más constructiva: una zona de libre comercio entre Estados Unidos y Europa. Expresó su esperanza de que ambas partes avanzaran hacia la eliminación total de los aranceles, creando así una verdadera zona de libre comercio entre Norteamérica y Europa. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respondió positivamente, afirmando que Europa estaba dispuesta a negociar con Estados Unidos y propuso aranceles de cero a cero para los productos industriales.
Esta no es la primera vez que Musk critica las prioridades de la administración Trump. Anteriormente expresó sus dudas sobre un proyecto de 500 000 millones de dólares que involucra a OpenAI, del multimillonario Sam Altman, para construir centros de datos en Estados Unidos, alegando que las empresas involucradas carecían de los recursos financieros necesarios. El presidente Trump desestimó estas preocupaciones, calificándolas de parte de una disputa personal entre Musk y Altman.
Esta vez, sin embargo, la crítica de Musk a la filosofía comercial de Trump conlleva un significado más profundo. Como empresario exitoso e influyente, las opiniones de Musk pueden influir en la opinión pública y presionar a la administración. Si estos desacuerdos cambiarán el rumbo de la política comercial del presidente Trump sigue siendo una incógnita. Pero es evidente que la tensión entre uno de los primeros partidarios del presidente Trump y su administración es cada vez más evidente, lo que indica importantes desafíos para la agenda económica de la Casa Blanca en el futuro próximo.
Fuente: https://baotintuc.vn/phan-tichnhan-dinh/tac-dong-tu-viec-ty-phu-elon-musk-phan-ung-voi-triet-ly-thuong-mai-cua-tong-thong-trump-20250409092603608.htm
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