El hecho de que Kiev no haya prorrogado la validez del acuerdo con Moscú sobre el tránsito de gas ruso a través de Ucrania para abastecer a varios países europeos ha causado un daño significativo a Rusia.
Gasoducto en Rusia
Mientras Ucrania permita el tránsito de petróleo y gas rusos, Moscú podrá seguir utilizando este método para eludir las medidas y sanciones de la UE. Rusia debe pagar a Ucrania por el tránsito de petróleo y gas, pero obtiene ingresos por sus exportaciones. Es evidente que Ucrania está decidida a eliminar por completo los ingresos rusos derivados de dichas exportaciones.
La estrategia de Moscú consistía en sacar provecho de las pérdidas. Rusia buscó otras maneras de seguir suministrando gas a Eslovaquia, miembro de la UE y la OTAN, dividiendo así a Occidente y a la UE y la OTAN con Ucrania. Posteriormente, Rusia anunció que dejaría de suministrar gas a Moldavia, alegando que Moldavia no había saldado su deuda y ya no podía seguir transitando gas a través de Ucrania.
En esencia, Rusia está empujando a Moldavia a una situación en la que debe aumentar la presión directa sobre Kiev para que el gas ruso siga transportándose a través de Ucrania, convirtiendo así el problema entre Rusia y Moldavia en un problema entre Moldavia y Ucrania. El ataque de Rusia contra Moldavia también apunta a la UE y la OTAN, ya que estas dos alianzas han intentado recientemente por todos los medios atraer a Moldavia a su esfera de influencia, impidiendo que Moldavia se incline hacia Rusia.
Esta medida política de la UE y la OTAN no logró los resultados esperados, ya que Rusia siguió encontrando maneras de sacar provecho de los daños sufridos en diversos ámbitos. Esto se debe también a que, si bien la UE y la OTAN apoyan plenamente a Ucrania, este país ha generado gran tensión entre ambas alianzas, tanto a nivel interno como en sus relaciones con los aliados.
Fuente: https://thanhnien.vn/tao-dung-loi-trong-thiet-hai-185241229221158265.htm






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