El 7 de marzo, Intuitive Machines (IM) anunció que su segunda misión de exploración lunar había finalizado cuando su módulo de aterrizaje volcó, impidiendo que los paneles solares se recargaran. Este es el segundo incidente consecutivo que involucra a la compañía.
Esta misión fue muy esperada por los investigadores espaciales gracias a su avanzado equipamiento tecnológico, que incluye drones no tripulados "leapfrog", múltiples sondas terrestres, taladros de hielo y un sistema de pruebas de red 4G.
Se esperaba que el módulo de aterrizaje Athena, de forma hexagonal y con la altura aproximada de una jirafa, aterrizara en la meseta de Mons Mouton, el punto más cercano al Polo Sur de la Luna jamás alcanzado. Sin embargo, tras despegar desde un cohete Falcon 9 de SpaceX y recorrer más de un millón de kilómetros en el espacio, el módulo se estrelló en un cráter a 250 metros de su objetivo original y aterrizó boca abajo sobre la superficie lunar.
Las imágenes publicadas por la compañía muestran a Athena recostada de lado sobre una pendiente, con la Tierra visible entre sus patas de aterrizaje extendidas, una situación similar a la de su nave espacial Odysseus en febrero de 2024.
A pesar del revés, los equipos de investigación lograron realizar varios experimentos importantes, incluido el experimento de la NASA de perforar profundamente la superficie lunar para buscar hielo y productos químicos, antes de que se agotara la batería de Athena.
Según IM, dada la dirección del sol, la orientación de los paneles solares y las temperaturas extremadamente frías dentro del cráter, era improbable que Athena recargara sus baterías. La compañía declaró que la misión había finalizado y que los equipos continuaban evaluando los datos recopilados.
Inicialmente, los experimentos científicos y pruebas tecnológicas estaban previstos para durar unos 10 días, con la intención de fotografiar el eclipse solar desde la perspectiva de la Luna el 14 de marzo.
Este último fracaso es aún más lamentable si se considera que, tan solo unos días antes, la empresa competidora Firefly Aerospace, también con sede en Texas, aterrizó con éxito su nave espacial Blue Ghost en su primera prueba. Estas misiones forman parte del programa de la NASA, Servicio de Carga Lunar Comercial (CLPS), con un presupuesto de 2.600 millones de dólares, cuyo objetivo es aprovechar las capacidades del sector privado para reducir costos y apoyar el programa Artemis, la iniciativa de la NASA para enviar astronautas de regreso a la Luna y avanzar hacia Marte.
De las cuatro misiones CLPS realizadas hasta ahora, sólo una logró aterrizar con éxito en vertical, dos lo hicieron en ángulo y una no logró llegar a la Luna.
Según Thanh Tung/VNA
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/tau-do-bo-bi-do-khi-tham-do-mat-trang/20250309122033035






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