El formidable poder del misil de crucero supersónico P-800 Oniks.

El misil P-800 Oniks, designado SS-N-26 Strobile por la OTAN, es un misil de crucero supersónico desarrollado por Rusia.

El misil de crucero supersónico P-800 Oniks del ejército ruso. (Fuente: TASS)

El misil P-800 Oniks comenzó a desarrollarse en 1987 bajo la Unión Soviética, cuando el fabricante pretendía crear un misil avanzado capaz de neutralizar portaaviones y buques de guerra fuertemente protegidos del ejército enemigo.

Diseñados para realizar diversas misiones, los Oniks pueden atacar buques de guerra y objetivos terrestres. La integración de sistemas de guiado avanzados, motores supersónicos y la compatibilidad con plataformas de lanzamiento flexibles han aumentado su versatilidad.

Fabricado por NPO Mashinostroyeniya, el misil P-800 Oniks sigue en producción. Su eficacia en combate ha quedado demostrada en numerosos conflictos, como la guerra civil siria y el conflicto entre Rusia y Ucrania. Con capacidad para desplegarse desde buques de guerra, submarinos, sistemas costeros y aeronaves, el P-800 Oniks es un componente esencial del arsenal de misiles ruso.

Según Sputnik, citando fuentes del complejo militar- industrial ruso: El misil tiene un potente diseño aerodinámico, con una longitud de 8,3 metros, un diámetro de 67 cm y un peso de lanzamiento de aproximadamente 3.000 kg, cuenta con aletas estabilizadoras y un motor de propulsión para la aceleración inicial.

Operando en dos modos de vuelo distintos: a gran altitud, el misil alcanza una altura de hasta 14 km, y a baja altitud, mantiene una altitud de aproximadamente 10-15 metros durante la fase de aproximación al objetivo, para evitar ser detectado.

El P-800 Oniks cuenta con varios tipos de ojivas para adaptarse a las diferentes necesidades de la misión. Las versiones nacionales están equipadas con ojivas perforantes de 250 kg, capaces de penetrar objetivos con blindaje pesado, como buques de guerra. Las versiones de exportación suelen utilizar ojivas de alto explosivo de 200 kg. Ambos tipos de ojivas garantizan una alta efectividad destructiva contra objetivos marítimos y terrestres.

El misil está equipado con un motor estatorreactor supersónico de queroseno, que funciona tras completar la fase de aceleración inicial del motor de combustible sólido, lo que le permite alcanzar velocidades de hasta 750 m/s a gran altitud. A baja altitud o durante la fase final, alcanza una velocidad máxima de 680 m/s.

Según Sputnik, el alcance del misil depende de su trayectoria de vuelo. A gran altitud, puede recorrer hasta 300 km, mientras que a baja altitud, el alcance se reduce a 120 km.

Este tipo de arma es una amenaza real para los buques de guerra enemigos, ya que combina una velocidad supersónica con una altitud de vuelo extremadamente baja.