Muchos usuarios piensan que cerrar la puerta de la habitación al encender el aire acondicionado ayudará a ahorrar electricidad, pero este método en realidad es ineficaz e incluso contraproducente.
Los usuarios deben dejar las puertas abiertas o instalar sistemas de ventilación en las habitaciones con aire acondicionado. Foto: HiSense.
Hoy en día, los consumidores suelen buscar pequeñas maneras de reducir su consumo eléctrico durante los calurosos días de verano. Sin embargo, algunos consejos para ahorrar energía pueden no ser tan efectivos.
Un ejemplo es la recomendación de cerrar bien la puerta del aire acondicionado para asegurar que la habitación se enfríe rápidamente, evitar daños al aparato y ahorrar electricidad. De hecho, cerrar la puerta puede ayudar a enfriar el aire, pero no es bueno para la salud.
Durante los calurosos días de verano, los aires acondicionados son aparatos de uso frecuente que funcionan durante largos periodos. Foto: Sharp.
Las personas que permanecen mucho tiempo en habitaciones con aire acondicionado suelen presentar dificultad para respirar y dolores de cabeza. Esto se debe a que cerrar la puerta al encender el aire acondicionado puede afectar la salud del usuario.
El aire en una habitación cerrada con aire acondicionado suele ser de 2 a 5 veces más tóxico que el aire exterior, especialmente si el aire acondicionado no se limpia con regularidad. Esto provoca una grave contaminación del aire en la habitación, afectando la salud de los usuarios, especialmente de personas mayores y niños.
Los expertos de AirOasis recomiendan que los usuarios abran ventanas, rejillas de ventilación, puertas... para que entre aire fresco siempre que sea posible. Esto ayudará a renovar el aire de la habitación y evitará que se vea afectado tanto el ánimo como la salud de los consumidores.
Los aires acondicionados que no se limpian con regularidad contaminan el aire de la habitación. Foto: Viet Anh.
Los usuarios pueden optar por instalar un ventilador de pequeña capacidad en la habitación para favorecer la circulación del aire.
El propio aire acondicionado succionará aire caliente de la habitación y lo soplará a través del serpentín de enfriamiento, por lo que el aire de la habitación debe circular regularmente para filtrar el polvo.
Además, los expertos recomiendan no permanecer en una habitación con aire acondicionado más de 4 horas seguidas. Por lo tanto, conviene salir al exterior cada 2 o 3 horas para renovar el aire y adaptarse a la temperatura exterior, evitando así un choque térmico.
Según Zing
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