
En los últimos días, la prensa británica ha estado hablando sin cesar de la batalla por el puesto de apertura entre Jude Bellingham y Morgan Rogers. Ambos tienen sus propias ventajas. Rogers destaca por su buena condición física, su entrega y su dedicación. Bellingham, por su parte, posee una clase mundial ; es capaz de marcar la diferencia y llevar a la victoria a un equipo que no está jugando bien.
Sorprendentemente, Thomas Tuchel no ocultó que estos dos jugadores competían directamente por el puesto. En el partido contra Serbia, el técnico alemán sustituyó a Rogers por Bellingham en el minuto 65. En el reciente encuentro contra Albania, hizo lo contrario: Bellingham fue titular antes de ser sustituido en el minuto 84 por Rogers.
Como la principal estrella, Bellingham estaba claramente descontento. Y su frustración no pasó desapercibida para Tuchel. "No le doy mucha importancia, pero revisaré la actitud de Jude. Para mí, la actitud es clave para llegar a la selección. Un jugador debe respetar las decisiones del entrenador, así como a sus compañeros", declaró.

Tras haber formado un buen equipo sin Bellingham, quien ya había quedado fuera de la convocatoria en torneos anteriores, Tuchel podría perfectamente afrontar el Mundial de 2026 sin el jugador del Real Madrid. Si esto ocurre, será polémico, pero si Inglaterra quiere cumplir su sueño de ganar la Copa del Mundo por primera vez desde 1966, tendrá que aceptarlo.
Tuchel es claramente muy diferente del anterior seleccionador inglés. Sir Gareth Southgate, quien llevó a los Tres Leones a dos finales de la Eurocopa (2020, 2024) y a las semifinales del Mundial (2018), es un ejemplo. Como siempre buscó crear un equipo armonioso, también intentó reducir la presión sobre los jugadores. Como resultado, los Tres Leones carecieron de competitividad en la plantilla y perdieron su instinto asesino. Estuvieron a las puertas de la gloria en varias ocasiones, pero se quedaron cortos, simplemente porque no lograron superar la línea de meta.
En contraste con Southgate está Fabio Capello, el entrenador extranjero anterior a Tuchel. Es un técnico exigente, pero demasiado dependiente y permisivo con las estrellas. Tuchel está construyendo un equipo tan cohesionado como el de Southgate y tan duro como el de Capello, pero fomenta la competencia entre los jugadores por los puestos y no duda en descartar a las estrellas que desobedecen órdenes.

Durante la etapa de Tuchel, muchos nombres desconocidos como Nico O'Reilly, Djed Spence, Dan Burn, Elliot Anderson, Adam Wharton y Morgan Rogers tuvieron oportunidades, mientras que grandes nombres como Phil Foden, Trent Alexander-Arnold, Cole Palmer y Bellingham tuvieron que buscarse su propio lugar.
Resulta significativo que Tuchel establezca estándares basados tanto en el aspecto deportivo como en la actitud. Afirma que trabajará con una lista de entre 55 y 60 jugadores hasta marzo, exigiendo resultados claros para la selección final de 26. Es decir, si alguien se queda fuera, la responsabilidad recae únicamente sobre él mismo por no haber dado la talla.
El técnico alemán no solo plantea competencia interna, sino también externa, con objetivos específicos en cada fase. Quiere que los Tres Leones ganen, y luego avancen ganando los ocho partidos de clasificación, además de mantener la portería a cero. Para Tuchel, los jugadores deben alcanzar hitos que los Tres Leones nunca han logrado. Deben mantener una gran ambición y motivación antes de afrontar la verdadera batalla en el Mundial de 2026.
Después de muchos años, Inglaterra por fin tiene al estratega que realmente necesita.
Fuente: https://tienphong.vn/voi-tuchel-tuyen-anh-da-co-nhung-pham-chat-con-thieu-de-tro-thanh-nha-vo-dich-post1797430.tpo






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