El 27 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe que refleja la situación de los niños que sufren acoso en línea, en el contexto de un Internet cada vez más desarrollado y más accesible.
Los investigadores que colaboraron con la oficina europea de la OMS encuestaron a más de 279.000 niños de 11, 13 y 15 años en 44 países y regiones de Europa, Asia Central y Canadá.
Según los resultados registrados en 2022, alrededor del 16 % de los niños de entre 11 y 15 años han sido acosados en línea al menos una vez, una tasa superior a la tasa del 1 % registrada cuatro años antes.
Las tasas más altas de ciberacoso se produjeron entre los niños de Bulgaria, Lituania, Moldavia y Polonia, mientras que España tuvo la tasa más baja.
En la mayoría de los países y regiones encuestados, el acoso cibernético alcanza su punto máximo a los 11 años para los niños y a los 13 años para las niñas.
El Director de la OMS para Europa, Hans Kluge, enfatizó que este informe es una llamada de atención para abordar el acoso y la violencia en cualquier momento y lugar.
"Dado que los niños pasan hasta seis horas al día en línea, incluso pequeños cambios en las tasas de acoso y violencia pueden tener graves consecuencias para la salud y el bienestar de miles de niños", dijo Kluge.
La OMS señala que las formas de violencia entre pares en el ciberespacio se han vuelto especialmente preocupantes desde que comenzó la pandemia de COVID-19, y los jóvenes están cada vez más inmersos en el mundo virtual durante las órdenes de bloqueo aplicables.
Necesidad de reforzar la gestión de las redes sociales
El informe también dice que 1 de cada 8 adolescentes encuestados admitió haber acosado a otros en línea, un aumento del 3% en comparación con 2018.
Mientras tanto, el número de adolescentes que participan en peleas se mantiene entre el 10% y el 14% para los niños y el 6% para las niñas.
El informe de la OMS afirmó que el estatus socioeconómico de los padres no afecta significativamente el comportamiento de los niños. Sin embargo, Canadá es una excepción, donde los jóvenes económicamente desfavorecidos son más vulnerables al acoso.
El informe concluye que es necesario invertir más en monitorear las formas de violencia entre pares entre los niños, así como priorizar la educación de los niños, las familias y las escuelas sobre el acoso en línea y sus consecuencias y reforzar la gestión de las plataformas de redes sociales para limitar la exposición al acoso en línea.