Raphinha tuvo una temporada exitosa |
La Premier League ha sido conocida durante mucho tiempo como la liga más dura del planeta. Estrellas de Alemania, Francia, España o Italia, a pesar de su brillantez, a menudo tienen que pasar por un doloroso período de "introducción" para adaptarse al ritmo y la intensidad de la liga.
Lorin Wirtz, fichaje del Liverpool por 116 millones de libras, tuvo una noche así en St James' Park.
Primer encuentro con la realidad
Diez días después de un debut relativamente tranquilo contra el Bournemouth, Wirtz se presentó al calor del Newcastle con la afición expectante. Y de inmediato comprendió cuál era la identidad de la Premier League: choques constantes, espacios sofocantes y la emoción de más de 50.000 aficionados locales.
En el minuto 13, Wirtz tuvo un raro momento de espacio. Un pase preciso a Hugo Ekitiké, y luego él mismo disparó un tiro que obligó a Nick Pope a demostrar su talento. Pero eso fue solo un destello. Durante el resto del tiempo, el número 10 alemán levantó la vista y vio el balón pasar por encima de su cabeza, sin el ritmo para crear jugadas como las que tuvo en Leverkusen.
Mikel Arteta comparó una vez jugar en Anfield en un ambiente frenético con estar atrapado en una "lavadora". Para Wirtz, St. James' Park fue similar. A los cuatro minutos de partido, Kieran Trippier realizó una entrada feroz, derribando al nuevo fichaje del Liverpool. Pero Wirtz no se dejó intimidar: minutos después, respondió con un cabezazo que envió a Trippier al suelo.
Esos pequeños momentos no resultaron en goles, pero revelaron algo de su personalidad: un Wirtz orgulloso, listo para chocar, aunque todavía luchaba por encontrar su equilibrio.
Wirtz terminó el partido con 39 toques, completando 23 de sus 24 pases y contribuyendo indirectamente al primer gol de Gravenberch. Sin embargo, la desventaja más evidente se vio en las estadísticas: solo ganó 3 de sus 10 duelos. Joelinton, Tonali y Bruno Guimarães se turnaron para frenarlo, asfixiando cada centímetro cuadrado de césped a su alrededor.
En la Bundesliga, Wirtz era el "director de orquesta" de Xabi Alonso, deambulando con total libertad por la formación que se le había construido. En la Premier League, la realidad es completamente distinta: aquí, el espacio es un privilegio excepcional, y la fuerza física es el "pasaporte" a la creatividad.
El valor del shock
De hecho, este comienzo difícil no es necesariamente malo. El Liverpool ha visto a muchas estrellas sufrir destinos similares. Mohamed Salah fracasó en el Chelsea antes de brillar en Anfield. Kevin De Bruyne fue ignorado en Stamford Bridge antes de convertirse en un pilar del Manchester City. La Premier League les da sus primeras lecciones con dolorosas caídas, antes de convertirlos en leyendas.
Para Wirtz, la incapacidad para competir y la incomodidad del puesto de número 10 no son el final, sino el principio. El fichaje de 116 millones de libras tendrá que aprender a "sobrevivir" antes de soñar con brillar.
Mientras Wirtz pasaba apuros, Rio Ngumoha, un joven prodigio de 16 años, marcó la diferencia. El gol de Ngumoha en el tiempo añadido no solo le dio al Liverpool una victoria por 3-2, sino que también creó un marcado contraste: un fichaje de éxito dubitativo junto a un joven talento despreocupado.
Pero el fútbol es más complejo que las simples comparaciones. Ngumoha puede brillar gracias a sus instintos explosivos, mientras que Wirtz ha tenido que recorrer un camino más complicado para integrarse y recuperar sus cualidades innatas de director.
La victoria en Newcastle fue dramática, pero los problemas del Liverpool persisten. La defensa siguió cometiendo errores, encajando dos goles con balones altos. El problema del defensa central insta aún más a Arne Slot a completar el traspaso de Marc Guéhi.
En ese contexto, que Wirtz necesite más tiempo para adaptarse no es necesariamente un desastre. El Liverpool ganó y mantuvo su impulso. Lo importante es que tengan paciencia para permitir que el centrocampista alemán encuentre un papel central, porque solo cuando Wirtz alcance su máximo potencial, "The Kop" tendrá un director de orquesta digno para la nueva era.
La noche en St. James' Park dejó poco del legado profesional de Florian Wirtz, pero fue una valiosa introducción. La Premier League no tolera la complacencia, no da cabida a la ensoñación. Exige tenacidad, adaptabilidad y carácter.
Y cuando abandonó el terreno de juego en el minuto 80, quizá Wirtz lo entendió: para convertirse en el número 10 del Liverpool, para merecer la cifra récord, tenía que aprender a tocar música bajo la tormenta, no en la sala de conciertos.
Fuente: https://znews.vn/wirtz-nem-trai-su-khac-nghiet-cua-bong-da-anh-post1580295.html
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