
Escena de la sesión de clausura de la XIV Conferencia Central - Foto: GIA HAN
En su intervención en la 14ª Conferencia Central, inaugurada el 5 de noviembre, el Secretario General To Lam, además de las normas generales que han sido debidamente comprendidas y establecidas en los reglamentos del Partido para la selección e incorporación de personal al 14º Politburó y al Secretariado, señaló 5 importantes "puntos fuertes" que resultan adecuados para la nueva etapa revolucionaria del Partido y del país.
Los cinco “puntos positivos” son: (1) Tener una visión estratégica nacional, manteniendo la autonomía del país, (2) Tener la capacidad de liderar y mandar a escala nacional, (3) Tener prestigio político e integridad a nivel simbólico para que todos lo sigan y aprendan de él, (4) Tener la capacidad de implementar resoluciones en resultados y logros medibles; y (5) Tener suficiente resistencia mental y física para soportar la presión y la intensidad del trabajo en el 14º mandato y los mandatos subsiguientes.
Esos 5 “puntos extra” no son solo los criterios para seleccionar a las personas para el próximo mandato, sino también un esbozo de la estatura del liderazgo de la nueva era, en la que Vietnam está entrando en un período de desarrollo rápido y sostenible y ascendiendo al grupo de países industrializados desarrollados.
En primer lugar, la visión estratégica nacional y la capacidad de liderazgo a escala nacional son dos cualidades prerrequisito.
Un miembro del Politburó en la nueva era no solo no puede ser bueno en su propio campo, sino que debe ser capaz de ver el "panorama general" del país, comprendiendo la relación entre economía , sociedad, seguridad y asuntos exteriores.
En un mundo volátil, los líderes necesitan mantener la autonomía estratégica del país, sabiendo equilibrar la independencia y la integración, entre la velocidad del desarrollo y la sostenibilidad a largo plazo.
El tercer punto a favor —el prestigio político y la integridad simbólica— es la base de la confianza y la legitimidad del liderazgo. Un líder puede adquirir más conocimientos y mejorar sus habilidades, pero el prestigio y la integridad no se pueden «aprender» ni «practicar» en un par de días.
La reputación solo se puede construir con acciones, con justicia y coherencia entre palabras y hechos.
Cuando los líderes viven con integridad, no buscan su propio beneficio y no eluden su responsabilidad, se convierten en un ejemplo inspirador que fortalece la confianza del pueblo y multiplica la fuerza política del Partido.
El cuarto punto a favor —la capacidad de convertir las resoluciones en resultados tangibles— demuestra el espíritu de «hablar menos y hacer más», «prometer menos y hacer más». Este es el criterio del pensamiento moderno en materia de acción y gestión, donde los resultados concretos constituyen la prueba más clara de la capacidad de liderazgo.
Por muy buena que sea una resolución, si no se traduce en resultados prácticos, se queda en un simple documento. Un buen líder sabe convertir la visión en un programa, el programa en resultados y los resultados en la confianza de las personas.
Por último, la resistencia mental y física son requisitos que no se pueden pasar por alto. Los líderes nacionales de hoy deben trabajar con gran intensidad, afrontar una enorme presión y someterse al escrutinio público.
La salud física es una condición necesaria, pero la salud mental —la voluntad, la determinación y la capacidad de resistir la presión— son condiciones suficientes para liderar el país en tiempos difíciles. Esa fortaleza proviene de la fe, del deseo de servir y de un profundo amor por la patria.
Cabe mencionar que estos 5 “puntos fuertes” no solo deben ser los estándares del 14º mandato, sino que también deben convertirse en estándares a largo plazo para la nueva era: la era del pensamiento de liderazgo innovador, la inteligencia, la integridad y la acción eficaz.
Y desde una perspectiva más amplia, muchos de estos estándares pueden y deben aplicarse a los funcionarios a nivel local, especialmente a aquellos que dirigen y gestionan directamente áreas específicas, donde los resultados finales se miden por la satisfacción de la gente.
Los 5 “puntos fuertes” que mencionó el Secretario General To Lam no son, por lo tanto, solo una medida de la capacidad de liderazgo sénior, sino también una guía para construir un equipo de cuadros de élite en todos los niveles: personas con la inteligencia para ver más allá, el coraje para actuar, la integridad para dar ejemplo, la eficacia para demostrar y la resistencia para llegar lejos.
Ese es el modelo de liderazgo vietnamita en la era del Doi Moi 2.0: atreverse a pensar, atreverse a actuar, atreverse a asumir responsabilidades y anteponer siempre los intereses nacionales y étnicos a todo lo demás.
Fuente: https://tuoitre.vn/5-diem-cong-cua-lanh-dao-20251107074831921.htm






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