Reem Raouda es una experta destacada en el campo de la crianza consciente. Es la fundadora de FOUNDATIONS, un programa que enseña a los padres a sanar sus propias heridas y a crear entornos emocionalmente seguros para sus hijos. Raouda es ampliamente reconocida por su experiencia en seguridad emocional y sus contribuciones a la hora de redefinir la crianza de niños psicológicamente sanos.
En un artículo en CNBC Make It , enumeró siete hábitos tóxicos que los padres deben evitar si quieren guiar a sus hijos en una dirección firme y poderosa.
“Como padres, no solo amamos a nuestros hijos, sino que también les ayudamos a tener el valor suficiente para afrontar las dificultades sin derrumbarse. Los niños mentalmente fuertes son aquellos que saben regular sus emociones, creen en sí mismos y se levantan tras un fracaso. Esto no es algo innato, sino que se construye a través de pequeñas interacciones cotidianas”, escribió.
Aquí hay siete hábitos que Raouda recomienda que los padres cambien:
1. Siempre “rescata” a tu hijo de todos los problemas
Los niños aprenden resiliencia solo cuando se les permite afrontar desafíos. Cuando los padres intervienen precipitadamente, sin quererlo, les privan de la oportunidad de desarrollar las habilidades necesarias para sobrellevar y superar las dificultades.
Qué hacer: Según la psicóloga Lisa Damour, los niños que reciben retos adecuados a su edad con regularidad controlan mejor sus emociones. Si tu hijo olvida la tarea, no te apresures a llevársela al colegio. Deja que asuma la responsabilidad y aprendan juntos de la experiencia.
2. Tratando de ser perfecto
Cuando los padres intentan ocultar sus errores o culpar a sus hijos cuando pierden el control, les dan una comprensión errónea de cómo manejar las emociones.
Qué hacer: Si le gritas a tu hijo sin querer, dile: "Lo siento. Estaba estresado y no reaccioné bien".
Esto ayuda a los niños a comprender que los errores no rompen las relaciones y que asumir la responsabilidad es una señal de fortaleza.
3. Evite que su hijo exprese emociones fuertes
Cuando los padres dejan de lado emociones como la tristeza y la ira, los niños aprenden fácilmente a temer sus propias emociones.
Qué hacer: No digas “Estoy bien”.
Di: «Sé que te pone triste. Estoy aquí para ayudarte».
La tranquilidad de un padre le muestra a su hijo que las emociones fuertes no son algo a lo que temer.

4. Sobreenfatizar los logros
Si a los niños sólo se los elogia cuando obtienen buenas notas o reciben premios, es probable que se derrumben cuando fracasan.
Qué hacer: Numerosos estudios demuestran que la presión por la perfección aumenta la ansiedad y el cansancio en los niños. Cuando tu hijo saque una mala nota, en lugar de decirle: «¡Deberías haberlo hecho mejor!», anímalo diciéndole: «Estoy orgulloso de ti por intentarlo. Tu nota no lo dice todo sobre ti».
5. Controlar excesivamente a su hijo
Los padres que siempre dan órdenes y no permiten que sus hijos expresen sus opiniones pueden volverlos dependientes o rebeldes. Los niños solo pueden ser fuertes cuando sienten que su voz es valiosa.
Qué hacer: Darles opciones a los niños aumenta la motivación y reduce los conflictos.
Deja que tu hijo elija entre dos tareas o que opine sobre la cena. Las pequeñas decisiones les dan confianza.
6. Hacer que los hijos sean responsables de las emociones de sus padres
Cuando los padres dicen: “Me pones triste”, los niños fácilmente se convierten en “consoladores emocionales” de sus padres, lo que provoca una inversión de roles y efectos psicológicos a largo plazo.
Qué hacer: Diga: “Mamá está cansada y necesita un tiempo para calmarse”.
Los sentimientos de los adultos son responsabilidades de los adultos.
7. Considere el exceso de trabajo como algo normal
Si los niños crecen en un entorno que enfatiza la productividad, pueden convertirse en adultos con exceso de trabajo.
Qué hacer: Dar ejemplo: "Voy a tomarme un descanso de 20 minutos para sentirme mejor. Es importante cuidarse también".
Cuando los padres aprenden a descansar, los hijos también aprenden a reconocer el estrés y evitar el agotamiento.
La fortaleza mental no consiste en no sentir emociones ni en ganar siempre. Consiste en afrontar las dificultades, comprender y regular las emociones, asumir la responsabilidad y saber cuándo parar, todo ello dentro de la seguridad del amor incondicional.
Fuente: https://vietnamnet.vn/7-thoi-quen-doc-hai-cua-phu-parents-khien-con-de-yeu-duoi-kho-hanh-phuc-2451818.html






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