La pulpa del mangostán es dulce y refrescante, y es una fruta popular en verano, pero poca gente sabe que la cáscara también tiene beneficios inesperados para la salud.
El mangostán es un árbol originario de las naciones insulares del sudeste asiático, introducido en Vietnam y cultivado en el sur, en las provincias de Thu Dau Mot, Tay Ninh , Gia Dinh... por su fruto.
El mangostán es un árbol grande, de 20 a 25 m de altura, con ramas bajas y resina amarilla. Sus hojas son gruesas, resistentes, de color verde oscuro, oblongas y con la punta ligeramente puntiaguda. Las flores masculinas, en grupos de 3 a 9, presentan brácteas; las flores femeninas son hermafroditas, con pedúnculos y gajos. El fruto es esférico, del tamaño de una naranja, con un cáliz en la base. La cáscara exterior es de color rojo púrpura, mientras que la pulpa es de un rojo brillante, similar al vino, densa y esponjosa. En su interior se encuentran de 6 a 16 semillas, rodeadas por una capa blanca. La pulpa es deliciosa.
Según el científico y médico general Bui Dac Sang (Academia de Ciencia y Tecnología de Vietnam, Asociación de Medicina Oriental de Hanoi), el mangostán es una fruta carnosa que se consume como alimento y cuya cáscara se utiliza con fines medicinales. De acuerdo con la medicina tradicional, el mangostán tiene un sabor astringente y efectos laxantes. Se sabe que la cáscara del mangostán contiene xantonas con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a prevenir el cáncer y el envejecimiento.
El practicante de medicina tradicional Bui Dac Sang afirmó que la cáscara de mangostán, cuando se toma sola (un solo sabor a mangostán), suele ser difícil de ingerir. El mangostán se suele combinar con otras hierbas que se encuentran en casa, como semillas de hinojo y jengibre, para facilitar su consumo y potenciar sus efectos medicinales. A continuación, se detallan algunos efectos de la cáscara de mangostán que no todos conocen:
Para tratar la diarrea: La cáscara de mangostán contiene compuestos beneficiosos para la digestión y que ayudan a eliminar las bacterias que la provocan. Prepare una infusión con 24 g de cáscara de mangostán seca y 2 g de semillas de hinojo.
También puedes usar este remedio: Pon 10 cáscaras de mangostán en una olla de barro, cúbrela bien con una hoja de plátano. Hiérvela hasta que el agua esté muy oscura y bebe de 3 a 4 tazas al día. Este método ayuda a detener la diarrea eficazmente porque las cáscaras de mangostán contienen taninos, que son muy astringentes cuando se ingieren.
Para curar la disentería: 6 g de cáscara de mangostán, 8 g de centella asiática, 8 g de Eclipta prostrata, 6 g de té verde, 8 g de verdolaga, 8 g de Euphorbia hirta, 4 g de cáscara de mandarina, 4 g de regaliz, 3 rodajas de jengibre. Hervir la infusión para obtener el agua y beberla durante el día.
Para combatir el mal aliento: cáscara de 1 mangostán, miel al gusto y 200 ml de agua. Extrae la pulpa de la cáscara, licúala con la miel y el agua, cuela la pulpa y bébela. Para un sabor más agradable, puedes añadir azúcar y hielo, ya que la cáscara de mangostán contiene mucho tanino, lo que le da un sabor amargo.
Tratamiento de la menstruación irregular: Utilizar 20 g de cáscara de mangostán seca para hervir agua y beberla.
Para tratar las pecas: 20 g de cáscara de mangostán fresca. Con una cuchara, raspa la pulpa del interior de la cáscara, tritúrala, mézclala con miel y aplícala en el rostro para nutrir la piel, prevenir el envejecimiento y tratar el melasma en mujeres.
Para reducir el colesterol en sangre: utilice una cantidad suficiente de cáscara de mangostán seca, hierva el agua y bébala en lugar de tomar té. Esta infusión también es muy beneficiosa para quemar el exceso de grasa en personas que están bajando de peso. Además, el té de mangostán tiene efectos anticancerígenos y antienvejecimiento.
Según vov.vn
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