Las peras contienen mucha fibra que es buena para el movimiento intestinal, ayudando a prevenir el cáncer de colon y la enfermedad diverticular.
Las peras son ricas en antioxidantes como la vitamina C, compuestos vegetales y, especialmente, fibra, lo que contribuye a una buena salud general. Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., una pera mediana (100 gramos) contiene más de 5,5 gramos de fibra, lo que aporta más del 20 % de la ingesta diaria recomendada, lo cual es beneficioso para el sistema digestivo.
Un estudio de 2022 de la Universidad de Boston, EE. UU., y varias otras unidades, demostró que comer peras suplementadas con grandes cantidades de fibra ayuda a que los movimientos intestinales funcionen mejor y combate el desarrollo de cáncer colorrectal, diverticulosis y otras afecciones de salud como enfermedades cardíacas y diabetes.
Según los investigadores, la fibra de las peras también tiene un efecto laxante, aumenta la absorción de minerales a través del tracto digestivo, reduce el consumo de energía al aumentar la sensación de saciedad y regula el equilibrio de la microflora intestinal.
Un metaanálisis de 2019 de la Universidad Tufts (EE. UU.), basado en 22 estudios, reveló que las peras son una fuente de pectina (fibra soluble) que favorece la salud intestinal. La fibra presente en las peras puede favorecer la función intestinal y reducir el colesterol malo (LDL).
Las peras son ricas en nutrientes. Foto: Freepik
La fibra de esta fruta también puede afectar el ecosistema intestinal. Según una revisión de 2018 realizada por la Universidad de Alberta, Canadá, y varias otras instituciones, basada en cinco estudios, se demuestra que la fibra nutre a las bacterias intestinales, ayudándolas a desarrollarse de forma estable y equilibrada. Una microbiota intestinal sana contribuye a fortalecer el sistema inmunitario, aumentando la capacidad de combatir enfermedades.
Según los investigadores, comer menos fibra conduce a una menor diversidad y a cambios en el metabolismo de las bacterias intestinales, lo que contribuye a aumentar las tasas de enfermedad inflamatoria intestinal y cáncer colorrectal.
Las personas con diverticulitis deben aumentar el consumo de fibra en su dieta. Según la Universidad de California, EE. UU., frutas como la pera, la manzana y el plátano son ricas en fibra, lo que facilita y agiliza la evacuación de las heces, previniendo y apoyando el tratamiento de la diverticulitis.
Los adultos sanos con una dieta de 2000 calorías necesitan al menos 28 gramos de fibra al día, y consumir al menos 30 gramos de fibra puede prevenir la enfermedad diverticular.
Información del Sistema de Salud de la Clínica Mayo, EE. UU., también indica que la fibra de las peras ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo. Consumirlas directamente, hornearlas, añadirlas a ensaladas o yogur puede aprovechar los numerosos beneficios intestinales de esta fruta.
Mai Cat (Según Everyday Health, Very Well Health )
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