El Dr. Vo Anh Minh, Jefe de la Unidad de Intervención Coronaria del Centro de Intervención Vascular del Hospital General Tam Anh de la ciudad de Ho Chi Minh, afirmó que el tratamiento del infarto agudo de miocardio con terapia de reperfusión moderna, como la intervención coronaria percutánea (ICP), solo depende del tiempo.
Por lo tanto, retrasar el tratamiento y perderse la "hora dorada" conlleva un alto riesgo de enfermedad y muerte. Más del 95 % de los pacientes con infarto agudo de miocardio pierden la "hora dorada" del tratamiento por llegar tarde al hospital.

El infarto de miocardio si no se trata a tiempo puede afectar la vida (fuente foto internet).
El doctor Minh enfatizó que hay cuatro marcos temporales para la intervención del infarto de miocardio a los que los pacientes deben prestar atención para no perder la "hora dorada" del tratamiento.
La hora dorada se da entre una y dos horas después de que el paciente experimente dolor torácico. En este momento, el músculo cardíaco presenta un daño leve, por lo que la reperfusión miocárdica es más eficaz, limitando la muerte miocárdica y reduciendo la mortalidad y las complicaciones.
Hora de plata, de 2 a 6 horas desde el inicio de los síntomas de infarto de miocardio. En este momento, una parte del músculo cardíaco está dañada, por lo que su recuperación será menos eficaz.
Dentro de las 6 a 12 horas siguientes a la aparición de los síntomas, el músculo cardíaco dañado se perderá de forma permanente, con el riesgo de que se produzcan complicaciones graves.
Ahora, tras 12 horas de la aparición de la angina, la esperanza es escasa. En esta etapa, la muerte del músculo cardíaco es generalizada, la tasa de éxito de la intervención es muy baja y el riesgo de dejar secuelas y fallecer es alto.
El doctor Minh recomienda que los pacientes sean hospitalizados inmediatamente cuando aparezcan síntomas como dolor en el pecho con presión, dolor y opresión detrás del esternón;
Dolor que dura 5 a 7 minutos o más, que puede extenderse al mentón, el hombro o el brazo; dificultad para respirar; ritmo cardíaco acelerado; sudores fríos; entumecimiento u hormigueo en los brazos o las piernas; náuseas, indigestión/acidez estomacal, malestar o dolor estomacal; aturdimiento, mareos; desmayos.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial. Más de tres cuartas partes de estas muertes ocurren en países de ingresos bajos y medianos.
La enfermedad coronaria, especialmente el infarto de miocardio, es una de las principales enfermedades cardiovasculares con altas tasas de mortalidad.
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