Compartieron sus emociones, admiración y profunda simpatía por la lucha del pueblo vietnamita por la independencia y la libertad: una nación resiliente que siempre aspira a levantarse.
Sr. Edward Balbirnie de Irlanda:
El patriotismo nunca se desvanece con el tiempo.

Presencio Hanói en una atmósfera más sagrada y solemne que nunca. Las antiguas calles están engalanadas con banderas rojas con estrellas amarillas, los altavoces resuenan con melodías heroicas y la gente espera con ilusión el 80.º aniversario de la exitosa Revolución de Agosto y el Día Nacional de Vietnam, el 2 de septiembre. La alegría y la felicidad de dar la bienvenida a esta gran fiesta nacional se reflejan claramente en los rostros de jóvenes y veteranos...
En esta ocasión, veo claramente la conexión entre el pasado y el presente. La historia no solo se menciona en los libros, sino que cobra vida en cada relato cotidiano que escucho de la gente de esta capital. Percibo también el profundo respeto que el pueblo vietnamita tiene por los valores que dieron forma al histórico día del 2 de septiembre de 1945.
Me emocionó mucho el desfile y me contagié de la alegría general de la gente que lo presenciaba con gran entusiasmo. Como extranjero, me siento afortunado de vivir en una comunidad donde el espíritu patriótico se ha mantenido vivo con el paso del tiempo. Vietnam me ha demostrado resiliencia, solidaridad y fe en el futuro.
Señor Anthony Jackson de los Estados Unidos:
Deseo ser vietnamita

Me impresionó profundamente el fuerte patriotismo del pueblo vietnamita. Por primera vez, vi las calles teñidas del rojo de la bandera nacional, pancartas, eslóganes y música revolucionaria resonando por doquier; todo ello me recordó que el patriotismo de los vietnamitas no es solo un recuerdo, sino una parte viva de su vida cotidiana.
El ambiente de júbilo, unidad y emoción durante la celebración del 80 aniversario de la Revolución de Agosto y el Día Nacional el 2 de septiembre me hizo sentir parte de ese espíritu. Todo estaba impregnado del rojo de la bandera vietnamita, la hoz y el martillo prendida en el pecho de las camisas, en los sombreros, en las mejillas inocentes de los niños... me hizo desear ser vietnamita.
Fuente: https://hanoimoi.vn/ban-be-quoc-te-nguong-mo-tinh-yeu-nuoc-cua-nguoi-dan-viet-nam-714920.html






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