Los médicos chinos dicen que el coste es asequible y que entre el 60 y el 80 por ciento de los pacientes con Alzheimer pueden curarse.
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La información publicada hoy por el SCMP ha generado esperanza de que éste pueda ser un punto de inflexión para las personas que padecen esta enfermedad.
El método quirúrgico, que implica realizar cuatro pequeñas incisiones en el cuello del paciente, se ha realizado en cientos de pacientes en los mejores hospitales públicos de toda China.
La causa de la enfermedad de Alzheimer aún se desconoce, pero una teoría sostiene que el depósito de una sustancia en el cerebro llamada beta-amiloide podría causar la muerte de las células nerviosas, acelerando la aparición y la progresión de la enfermedad. Esta idea condujo al desarrollo del tratamiento descrito en este artículo.
El procedimiento, llamado “anastomosis linfático-venosa” (LVA), conecta los vasos linfáticos del paciente a las venas cercanas al cuello, acelerando el flujo y drenaje del líquido linfático, lo que los médicos creen que puede promover la eliminación de proteínas dañinas, incluida la beta-amiloide, del cerebro, retardando así la progresión del Alzheimer.
Los resultados han atraído la atención de los medios hasta el momento. Un periódico local de la ciudad de Hangzhou, en el este de China, informó el mes pasado que una mujer de 68 años se sometió a una cirugía en el Hospital Popular N.º 1 de Hangzhou, afiliado a la Universidad de Westlake, y que sus capacidades cognitivas habían mejorado una semana después.
A principios de noviembre, la ciudad de Chongqing, en el suroeste de China, también informó que había completado su primera cirugía para la enfermedad de Alzheimer, realizada por un equipo de neurocirugía del Primer Hospital Afiliado de la Universidad Médica de Chongqing.
En una serie de videos publicados en las redes sociales el mes pasado, Cheng Chongjie, un médico del equipo de Chongqing, dijo que la cirugía funcionó para más de la mitad de los pacientes.
Según el Dr. Cheng Chongjie, dos centros médicos nacionales han realizado cientos de cirugías de LVA y los resultados muestran que el procedimiento es efectivo para el 60 a 80 por ciento de los pacientes, pero la efectividad varía ampliamente y aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes no experimentan alivio.
Sin embargo, el Dr. Cheng alienta a los pacientes a considerar la cirugía porque es un procedimiento relativamente no invasivo, e incluso si la cirugía es ineficaz, no tiene un impacto importante.
Además, el tratamiento no supone una gran carga financiera. Cheng afirmó que la cirugía costó menos de 6900 dólares, y el costo para el paciente es aún menor al estar cubierto por el seguro médico nacional de China.
En abril, el Hospital Popular Nº 9 de Shanghai lanzó un ensayo clínico para probar este tratamiento quirúrgico.
En declaraciones a The Paper, el principal cirujano del hospital, Zhang Yixin, dijo que casi 30 pacientes se habían sometido a la cirugía y que "los síntomas de todos están mejorando", aunque en distintos grados.
"Esto depende de cuántas neuronas funcionando bien queden en el cerebro", dijo Zhang, y agregó que, dado que el daño a las células nerviosas causado por proteínas dañinas es irreversible, la cirugía no traerá una mejora significativa si el cerebro ya ha sido demasiado dañado.
En junio, un equipo de expertos clínicos de varios institutos de Shanghái informó que seis personas que recibieron el tratamiento mostraron pequeñas mejoras, especialmente en la atención y el tiempo de reacción. Los hallazgos se publicaron en la revista General Psychiatry.
El estudio, dirigido por Li Xia de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, señaló que los resultados positivos en el primer caso sugieren que "este procedimiento innovador puede convertirse en un nuevo enfoque importante en la prevención y el control" de la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, algunos profesionales del sector también han expresado escepticismo sobre la cirugía. En una publicación en redes sociales el mes pasado, Zhu Jianhua, neurólogo estadounidense, desestimó la cirugía, afirmando que era "imposible" tratar, y mucho menos curar, la enfermedad de Alzheimer en etapa intermedia o avanzada.
Da dos razones. En primer lugar, el procedimiento no puede eliminar todas las proteínas dañinas porque hay tres membranas que rodean el cerebro y solo la membrana más externa tiene sistema linfático, lo que significa que aún existen dos barreras entre la membrana externa, llamada duramadre, y la materia encefálica.
Además, según el Dr. Zhu Jianhua, la proteína amiloide no es el único factor que conduce a la enfermedad de Alzheimer, por lo que eliminar esta proteína adicional no hará una diferencia grande e inmediata en el tratamiento de la enfermedad.
El neurólogo expresó sus sentimientos encontrados sobre la popularidad de la terapia en China. También le preocupaba que los médicos chinos no fueran rigurosos al tratar trastornos cerebrales en humanos, lo que podría causarles daños físicos y económicos.
El Dr. Cheng, de Chongqing, admitió que el mecanismo del tratamiento de la LVA aún no está completamente claro. Subrayó que aún se necesitan mejoras en el proceso de tratamiento.
El cirujano de Shanghái, Zhang, también advirtió que no quería exagerar la eficacia de la cirugía. Añadió que la cirugía no logró normalizar el nivel de consciencia del paciente y que aún no se habían observado los efectos a largo plazo.
“El período de seguimiento más largo [en los ensayos] en este momento es de solo siete u ocho meses, y necesitamos recopilar evidencia de seguimiento más larga y tamaños de muestra más grandes para confirmar su eficacia”, dijo Zhang.
La enfermedad de Alzheimer, la principal causa de demencia, es un trastorno cerebral que destruye gradualmente la memoria y la capacidad de pensamiento, y eventualmente la capacidad de realizar las tareas más simples.
De los más de 55 millones de personas con demencia en todo el mundo , se estima que entre el 60 % y el 70 % padecen Alzheimer. En Estados Unidos, aproximadamente 6,9 millones de personas mayores de 65 años viven con esta enfermedad.
En el más de un siglo transcurrido desde que se describió por primera vez la enfermedad de Alzheimer, se ha avanzado poco en el desarrollo de fármacos para tratarla. Si bien varios fármacos nuevos aprobados en los últimos años podrían ralentizar la progresión del deterioro cognitivo en pacientes en fase inicial, la enfermedad aún no es curable.
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Fuente
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