Características del cerebro adolescente
Las últimas investigaciones sobre el cerebro humano muestran que entre los 11 y los 20 años, el cerebro adolescente continúa experimentando cambios dramáticos.
En los adolescentes varones, el desarrollo de las áreas de control racional e inhibición conductual suele ocurrir unos dos años más tarde que en las niñas. Esto explica por qué los adolescentes varones son más propensos a tomar decisiones impulsivas.
Al comprender que el cerebro de su hijo aún está en desarrollo, los padres deben reducir los regaños y concentrarse en crear el mejor entorno para que el cerebro de su hijo continúe desarrollándose bien.
Dormir hasta tarde no es malo.

Si su hijo tiene problemas para dormir, se acuesta tarde y todavía tiene sueño a la mañana siguiente, los padres no deben intentar obligar a su hijo a despertarse temprano (Ilustración: DM).
El momento más importante para el desarrollo y la recuperación cerebral de los adolescentes es una buena noche de sueño. Los adolescentes con falta de sueño suelen tener mala salud mental y son propensos a tomar malas decisiones.
Sin embargo, en los adolescentes, la hormona melatonina que ayuda al cuerpo a conciliar el sueño se secreta más tarde, lo que hace que tiendan a acostarse tarde y despertarse tarde.
Aunque animes a tu hijo a acostarse temprano, si tiene problemas para conciliar el sueño, se acuesta tarde y aún tiene sueño a la mañana siguiente, no debes obligarlo a despertarse temprano a menos que haya una razón realmente necesaria. Respeta su ritmo biológico natural y crea las condiciones para que duerma lo suficiente.
Después de un día de estudio, alrededor de las 9 p. m. es el momento en que el cerebro adolescente está más alerta al final del día. Este es el momento ideal para que los padres tengan una conversación seria con sus hijos.
Tendencias a asumir riesgos
Hoy en día, los adolescentes suelen arriesgarse en el mundo virtual. La función cerebral de control de riesgos aún no está completamente desarrollada, pero su espíritu de riesgo es bastante fuerte. Esto hace que muchos adolescentes caigan fácilmente en situaciones peligrosas, a menudo no por ingenuidad, sino por querer presumir ante sus amigos.
Los padres deben guiar a sus hijos hacia retos positivos, como practicar deportes o dedicarse a las artes. También deben ensayar situaciones con sus hijos para ayudarlos a escapar de situaciones incómodas y evitar las carreras imprudentes como sus amigos.
Los padres deben aprender a avanzar y retroceder adecuadamente.
La adolescencia es una etapa llena de contradicciones, a veces queriendo alejar a los padres para demostrar que han crecido, pero a veces queriendo ser mimados y consolados por sus padres.
A partir de los 12 años aproximadamente, los niños empiezan a ser más independientes, pueden empezar a discutir con sus padres e incluso pensar que están... anticuados. Este es un proceso inevitable para formar gradualmente un ego independiente.
En este momento, los padres no deben considerar la oposición de su hijo como un insulto. Acciones cotidianas, como llevarlo a la escuela o invitarlo al supermercado, pueden brindar oportunidades para fortalecer la conexión con él.
Los padres deben adquirir el hábito de hablar brevemente con sus hijos, invitarlos de repente a salir y hacer algo juntos y lo más importante: dejar el teléfono cuando quieran hablar.
El niño “contradictorio”, pero que aún así quiere ser cuidado

Practique tener conversaciones breves, oportunas y abiertas de cinco minutos que harán que su hijo quiera compartir más (Ilustración: DM).
Muchos padres se sienten ignorados por sus hijos al llegar a la adolescencia. Cada palabra que dicen es como agua que resbala, se les escapa y no tiene el impacto deseado en sus hijos.
Según un estudio, a partir de la pubertad, el cerebro de los niños comienza a responder menos a las voces de sus padres y a prestar más atención cuando escuchan voces de extraños, por lo que los padres deben simpatizar con sus hijos.
En lugar de obligar a su hijo a escuchar y compartir con ustedes, los padres deberían mostrar curiosidad activa por él. Intente preguntarle sobre los juegos a los que juega y sobre el contenido que le interesa en las redes sociales.
Practique tener conversaciones breves, oportunas y abiertas de cinco minutos que harán que su hijo quiera compartir más.
Además, intenta hablar con tu hijo mientras caminan o van en bicicleta juntos, en lugar de mirarlo directamente a los ojos. Esta postura conversacional es especialmente efectiva con los adolescentes.
Cuando estalle una discusión, respire profundamente y preste atención a cómo se comunica con su hijo.

Si sientes que la ira aumenta, los padres deben irse por un tiempo (Ilustración: DM).
Los conflictos entre padres e hijos son inevitables. Pero la forma en que los padres reaccionan cuando surgen conflictos determinará la relación.
Si siente que la ira aumenta, salga de la habitación un rato, quizás vaya a su habitación, respire hondo e intente calmarse. Si no puede evitar una discusión, concéntrese en un tema específico que deba discutirse con su hijo, como por qué ha llegado tarde a casa. Los padres no deben extender la conversación, sacando a relucir muchos temas a la vez.
Al hablar con su hijo adolescente, los padres deben mantener un tono amable y una actitud sincera. Este enfoque aliviará las conversaciones tensas y facilitará la disciplina de sus hijos.
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/bi-quyet-nuoi-day-con-tuoi-teen-dung-noi-chuyen-nghiem-tuc-truoc-9h-toi-20250714202028502.htm
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