El problema de los “doctorados falsos” es una historia dolorosa que atrae fuerte atención pública.
No se trata sólo de una historia sobre unos cuantos individuos que hacen trampa, sino también de una advertencia sobre las lagunas en el control de calidad de la formación y la laxitud en el proceso de supervisión de la formación doctoral.
Estas lagunas han permitido que algunas personas no cualificadas, e incluso fraudulentas, obtengan títulos académicos elevados.
Responsabilidades de los centros de formación y de los instructores
Es preocupante que estas vulnerabilidades a menudo se expongan a través de las redes sociales en lugar de ser detectadas por los reguladores responsables.
Esto demuestra que la labor de supervisión y control de calidad en los centros de formación es insuficiente y refleja también la falta de una estrecha coordinación entre las autoridades. Si bien existen procedimientos de supervisión en teoría, se descuida su aplicación.
En el sistema educativo universitario, especialmente a nivel de doctorado, el papel de los profesores y profesores asociados es fundamental. No solo imparten conocimientos, sino que también moldean el pensamiento y desarrollan la personalidad de la próxima generación.
Su responsabilidad no es solo evaluar los resultados académicos, sino también garantizar que cada doctorado se otorgue con la competencia y la ética requeridas. Un profesor o profesor asociado en formación irresponsable o negligente puede socavar la calidad de la formación y afectar la reputación de todo el sistema de educación superior.
Si bien los profesores y profesores asociados son los principales responsables de la orientación, la supervisión y la evaluación, la responsabilidad del control recae en las propias instituciones de formación. Las universidades deben establecer mecanismos más sólidos de control de calidad académica y de supervisión interna para garantizar la transparencia y la equidad en el proceso de formación.
No podemos confiar únicamente en la ética de profesores individuales o profesores asociados, sino que debe existir un sistema claro de rendición de cuentas. Las escuelas deben rendir cuentas a la sociedad por la calidad de su educación, en lugar de dejar que la opinión pública y las redes sociales influyan en la detección de infracciones.
Responsabilidad
En los últimos años, el sistema educativo universitario ha realizado muchos esfuerzos para mejorar la calidad de la formación, desde emitir regulaciones para endurecer los requisitos de entrada, exigir a los estudiantes de posgrado la publicación de trabajos científicos hasta endurecer el proceso de defensa de tesis.
Sin embargo, estas medidas aún no son lo suficientemente contundentes o no se han implementado de forma sincronizada, lo que permite que muchos casos aún eludan el sistema. Esto plantea interrogantes sobre la rendición de cuentas de las instituciones de formación, así como sobre su responsabilidad directa ante la sociedad por sus productos educativos.
Además, debería limitarse la práctica de "jugar al fútbol y pitar al mismo tiempo". Las instituciones de formación no deberían ser a la vez centros de formación y lugares donde se flexibilizan las normas. La inspección, supervisión y evaluación de la calidad de la formación debería ser más rigurosa para garantizar la objetividad. Esto no solo contribuye a mejorar la calidad de la formación doctoral, sino que también recupera la confianza de la sociedad.
La ética profesional siempre debe tener la máxima prioridad. Las agencias de gestión de la capacitación deben sancionar a los supervisores y miembros de los comités de evaluación que carezcan de responsabilidad y ética profesional. Las deficiencias de calidad solo pueden subsanarse permanentemente cuando los responsables y las autoridades mantienen un espíritu de dedicación e integridad.
El problema de los "doctorados falsos" no es nuevo, pero persiste en el sistema educativo vietnamita. Solo cuando se eliminen definitivamente las lagunas en la gestión de la calidad, se definan claramente las responsabilidades de las instituciones de formación y se establezca una acreditación objetiva y sustancial, podremos construir una base académica sólida.
Perfeccionamiento de la normativa de formación doctoral
En el contexto de la creciente autonomía universitaria, los profesores y profesores asociados desempeñan un papel muy importante, pero la responsabilidad de garantizar la calidad de la formación doctoral de las instituciones de formación es aún más importante porque las instituciones de formación son las unidades con derecho a decidir sobre la selección de personal, la formación, la supervisión y la concesión de títulos.
Los organismos de gestión estatal necesitan mejorar aún más las normas de capacitación, especificar la capacidad y la ética profesional de los instructores, aumentar la aplicación de la tecnología para supervisar la calidad de la capacitación, manejar con prontitud las infracciones y apoyar la gestión de la calidad de las instituciones de capacitación.
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Fuente: https://tuoitre.vn/bit-lo-hong-dao-tao-tien-si-ra-sao-20241102091946494.htm










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