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Toyota está preparando una nueva forma de producir vehículos eléctricos de próxima generación (que se espera que lleguen al mercado en 2026).
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Por ello, la línea de producción no utilizará un sistema de transporte para los vehículos que se fabriquen. En lugar de ello, estos coches se conducirán solos a través del proceso de fabricación. Parte de este nuevo plan se ha implementado en la planta Motomachi de Toyota en la prefectura de Aichi, Japón (en la imagen).
Según representantes de Toyota, al combinar la tecnología de reconocimiento de sensores y la tecnología de conducción autónoma, los automóviles parcialmente terminados se moverán lentamente dentro de la fábrica, como si estuvieran siendo transportados por un sistema de cinta transportadora.
Mediante la optimización de los procesos de producción, Toyota quiere reducir a la mitad los costes de inversión en las fábricas en comparación con los niveles actuales. El fabricante de automóviles japonés también pretende poner baterías de estado sólido en uso comercial ya en 2027. Toyota espera que las baterías de estado sólido ayuden a acortar los tiempos de carga y aumentar la autonomía del vehículo.
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