Según un corresponsal de VNA en Moscú, el fármaco fue desarrollado por científicos de la Universidad Nacional de Investigación Médica NI Pirogov (RNMU - Universidad Estatal Médica de Moscú II), el Instituto de Química Bioorgánica que lleva el nombre de los académicos M. M. Shemyakin y Y. A. Ovchinnikov de la Academia Rusa de Ciencias (RAN) y la compañía farmacéutica rusa BIOCAD. La Organización Mundial de la Salud (OMS) le ha asignado al fármaco el nombre internacional de seniprutug. La enfermedad lleva el nombre del psiquiatra, neurólogo y fisiólogo ruso Vladimir Bekhterev.
En un comunicado, el Ministerio de Salud ruso indicó que el fármaco se estaba desarrollando para permitir la destrucción de los linfocitos T patológicos que atacan las células del organismo. Los estudios clínicos iniciales confirmaron que, tras tomar el fármaco, los pacientes no desarrollan la enfermedad ni disminuyen la actividad del sistema inmunitario. El comunicado añadió que, durante los ensayos clínicos, se demostró que el fármaco es altamente eficaz y seguro. Tras su registro, podrá comenzar su producción a escala industrial.
El rector de la II Universidad Médica, Serguéi Lukyanov, uno de los desarrolladores del fármaco, señaló que este detiene por completo la enfermedad, no tiene efecto inmunosupresor ni crea adicción. Señaló que los fármacos existentes podían suprimir la inflamación, pero la enfermedad seguía progresando.
La enfermedad de Bekhterev es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones intervertebrales, en la que los anticuerpos confunden el cartílago con tejido extraño, provocando su reemplazo por hueso. El resultado es dolor y rigidez en la columna vertebral. Esto puede dificultar el movimiento. Otras articulaciones, como la cadera, también pueden verse afectadas. La enfermedad suele aparecer en pacientes menores de 40 años.
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