Investigadores de la Universidad Aalto (Finlandia) han logrado importantes avances en el campo de la transmisión de energía inalámbrica, perfeccionando un método de carga inalámbrica a largas distancias.
Al mejorar la interacción entre las antenas transmisoras y receptoras y utilizar el fenómeno de "supresión de radiación", lograron una alta eficiencia en la transmisión de energía a largas distancias, superando las limitaciones de los métodos de inducción tradicionales.
La carga inalámbrica a corta distancia mediante dispositivos inductivos ha demostrado ser muy eficiente en la transmisión de energía, pero aún no es viable a largas distancias. Sin embargo, los investigadores han encontrado una solución a este problema suprimiendo la interferencia de radiación de la antena de bucle durante la transmisión de energía.
Los investigadores han desarrollado una nueva teoría de la carga inalámbrica. Esta teoría considera tanto la distancia como las condiciones de corto alcance (sin radiación) y largo alcance (radiación).
Las investigaciones han demostrado que es posible eliminar las pérdidas de radiación, aumentando significativamente la eficiencia de transmisión de energía, al garantizar una amplitud igual y fases opuestas de la corriente en la antena de bucle.
Los científicos han desarrollado un método universal que permite el análisis y la experimentación de cualquier sistema de transmisión de energía inalámbrica. Esto permite una evaluación integral de la eficiencia de la transmisión de energía a corta y larga distancia.
Estudios experimentales del proceso de carga entre dos antenas de bucle ubicadas a una distancia significativa han confirmado que la supresión de la radiación es el mecanismo principal para mejorar la eficiencia de la transmisión.
Gracias a este nuevo enfoque, los investigadores de la Universidad Aalto han podido aumentar significativamente la distancia de transmisión de energía en comparación con los sistemas de carga inalámbrica tradicionales, manteniendo una alta eficiencia.
Este avance es importante no sólo para los teléfonos y dispositivos electrónicos convencionales, sino también para los implantes biomédicos con capacidad de batería limitada.
El estudio también tuvo en cuenta barreras, como el tejido corporal, que pueden dificultar el proceso de carga.
(según Earthchronicles)
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