Una prueba comúnmente utilizada para distinguir los meteoritos de las rocas convencionales es su densidad. Los meteoritos contienen hierro y otros materiales densos. Esto significa que serán mucho más pesados que las rocas convencionales del mismo tamaño.
Debido a sus formas similares, pocas personas pueden distinguir entre meteoritos y rocas normales.
Las características ranuras de aire
A diferencia de las rocas normales que provienen de la Tierra, los meteoritos adquieren formas peculiares tras ser calentados por la atmósfera. Incluso pueden presentar hendiduras inusuales en su superficie, llamadas regmagliptos. Estas hendiduras aparecen cuando la capa exterior del meteorito se funde al impactar la superficie terrestre.
Este proceso puede incluso crear una capa sobre la superficie del meteorito llamada corteza de fusión, que se asemeja a una cáscara de huevo negra. La superficie de un meteorito reciente suele ser brillante debido al impacto de atravesar la atmósfera terrestre a gran velocidad. Si ha estado cayendo durante mucho tiempo, el meteorito puede adquirir un color marrón a medida que el hierro comienza a oxidarse.
Además, los rastros de flujo (líneas ultrafinas formadas por meteoritos fundidos que entran en la atmósfera y que pueden ser incluso más pequeñas y delgadas que un cabello humano) también son una característica para identificar meteoritos.
Los meteoritos se subastan por enormes sumas de dinero.
Al entrar en la atmósfera, el meteorito roza el aire, provocando que su superficie se caliente hasta varios miles de grados y se funda en agua. Luego, al enfriarse, esta superficie fundida se cierra formando una fina capa llamada corteza de fusión, generalmente de tan solo 1 mm de grosor y de color marrón o marrón oscuro.
A medida que esta corteza se enfría, el aire sopla sobre su superficie, dejando unas huellas distintivas llamadas surcos de aire, que parecen huellas dactilares dejadas por un puñado de harina. La corteza fundida y los surcos de aire son las principales características de los meteoritos. Si observa una roca o un trozo de hierro con estas características, puede confirmar que se trata de un meteorito.
Algunas formas de identificar meteoritos
Algunos meteoritos han permanecido en la Tierra durante mucho tiempo, y sus capas duras han sido erosionadas por el sol y la lluvia. En ese caso, es difícil reconocer las ranuras de aire, pero no es imposible reconocerlas.
Los meteoritos rocosos se parecen mucho a las rocas terrestres, pero con el mismo volumen, son mucho más pesados. Suelen contener cierta cantidad de hierro, que es magnético; puedes comprobarlo con un imán. Además, si observas con atención la sección transversal de un meteorito rocoso, verás que contiene numerosos granos redondos pequeños, de 1 a 3 mm de diámetro. El 90 % de los meteoritos rocosos presentan estos pequeños granos redondos.
Dentro del meteorito habrá pequeños fragmentos.
Los principales componentes de los meteoritos pétreos son el hierro y el níquel, de los cuales el hierro representa aproximadamente el 90% y el níquel, entre el 4 y el 8%. La cantidad de níquel en el hierro natural de la Tierra no es muy alta. Si se alisa la sección transversal de un meteorito de hierro y se le aplica ácido nítrico, aparecen hendiduras muy particulares, como patrones florales.
Esto se debe a que la composición de los meteoritos de hierro está distribuida de forma desigual, con zonas con mayor contenido de níquel y otras con menor. Las zonas con mayor contenido de níquel son difíciles de corroer por el ácido y viceversa, creando vetas. Esta también es una forma de identificar meteoritos.
Tuyet Anh (Fuente: Síntesis)
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