En 2024, Ucrania implementó una gran estrategia para abordar la escasez de soldados mediante la creación de nuevas brigadas en lugar de reforzar las existentes. Sin embargo, los expertos evaluaron que la estrategia fue ineficaz y fracasó, según Business Insider del 6 de enero.
Michael Kofman, investigador principal del programa de Rusia y Eurasia del Carnegie Endowment for International Peace , dijo que la estrategia de Ucrania era "una de las decisiones de gestión de fuerzas más desconcertantes jamás tomadas".
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“Ampliar la fuerza mediante la creación de nuevas brigadas, a la vez que se necesitaban desesperadamente más soldados para compensar las pérdidas en las formaciones experimentadas ya desplegadas en el frente, claramente tuvo que conllevar concesiones”, escribió Kofman en las redes sociales.
El Sr. Kofman afirmó que, debido a su falta de experiencia, las nuevas unidades generalmente tuvieron un desempeño deficiente tanto en funciones ofensivas como defensivas. Y eso, según él, fue lo que ocurrió en 2023. Como resultado, la estrategia fracasó en cierta medida cuando los comandantes terminaron destacando batallones de las nuevas brigadas para complementar a las unidades más antiguas.

Miembros de la patrulla policial ucraniana de la Brigada Khyzhak se preparan para lanzar una ronda de mortero hacia las fuerzas rusas en Donetsk en diciembre de 2024.
En mayo de 2024, las autoridades ucranianas anunciaron su intención de crear diez brigadas, cada una compuesta por miles de soldados, con la esperanza de lograr la capacidad de alternar en el combate de primera línea. Al explicar esta intención, un portavoz militar ucraniano declaró en noviembre de 2024 que no había otra opción para enfrentarse a un enemigo abrumador en un frente de 1300 km de longitud.
Varias brigadas nuevas se entrenaron en el Oeste, incluyendo la 155.ª Brigada Mecanizada. Sin embargo, su debut a finales de 2024 provocó una crisis, con informes de altas tasas de deserción. Además, la unidad se retiraba con frecuencia para complementar a otras brigadas. Como resultado, la 155.ª Brigada tuvo que reestructurar su formación, y algunos de sus inhibidores de UAV fueron relegados a funciones de infantería.
“Probablemente sea una tontería crear nuevas brigadas y equiparlas con nueva tecnología mientras las antiguas unidades carecen de personal”, comentó el teniente coronel Bohdan Krotevych, jefe del Estado Mayor de la Brigada Azov.
Los problemas de la 155.ª Brigada son los más graves en la gestión de las fuerzas ucranianas, afirmó el Sr. Kofman. La fragmentación de las nuevas unidades ha provocado una desarticulación en el esfuerzo de defensa.
“Las innovaciones tecnológicas, una mejor implementación táctica y la integración no son suficientes para compensar la falta de solución de problemas fundamentales… El ejército ucraniano necesita abordar cuestiones de personal, entrenamiento y gestión de la fuerza para sostener la lucha”, dijo Kofman.
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