Gary Woodland mira antes de poner el green del hoyo 10 durante la primera ronda del Sony Open en Hawái. Foto: AFP
En la segunda quincena de abril de 2023, comenzó a presentar síntomas inusuales. Durante más de un mes, Woodland se sentía frecuentemente cansado, con la mente nublada, manos temblorosas, perdía el apetito y sufría convulsiones mientras dormía todas las noches.
Consultó a un médico, le hicieron una resonancia magnética cerebral y detectaron una pequeña inflamación en el hemisferio izquierdo del cerebro que controla el miedo y la ansiedad. "No te estás volviendo loco. Los síntomas que has estado experimentando son una reacción normal a la inflamación cerebral", le aseguró el médico, y le recetó un sedante. Esto funcionó durante un tiempo.
Mientras lo usaba, Woodland continuó compitiendo en el PGA Tour. Sin embargo, en el Wyndham Championship de agosto, el golfista estadounidense nacido en Kansas mostró síntomas graves: olvidó el tipo de hierro que acababa de usar y lo usó repentinamente al intentar patear... Después del torneo, su caddie, Brennan Little, le aconsejó a Woodland: "No puedes seguir jugando en estas condiciones. Necesitas repararlo de inmediato".
Woodland acudió a un hospital en Florida y le realizaron otra resonancia magnética. Esta vez, el médico recomendó una cirugía lo antes posible y también le aclaró que podría perder la vista o, peor aún, quedar paralizado, ya que la zona alrededor de la cirugía tiene vasos sanguíneos que conectan con el ojo y el lado izquierdo del cuerpo.
Tras la aceptación de Woodland, el equipo quirúrgico le realizó un orificio del tamaño de una pelota de béisbol en el cráneo y extirpó el tumor el 18 de septiembre. Los resultados se consideraron satisfactorios. Woodland recuperó la consciencia tras dos noches en la unidad de cuidados intensivos.
"Me trajeron una silla de ruedas para que pudiera salir, pero me negué y dije que había entrado solo, así que saldría solo. Así que fui directo al coche para irme a casa", dijo.
Dos días después de recibir el alta hospitalaria, Woodland instaló una colchoneta de práctica en el comedor para recuperar rápidamente su capacidad profesional. Tras cuatro semanas más de recuperación, el médico le permitió empezar a practicar.
Hace más de una semana, Woodland se sometió a una resonancia magnética cerebral con resultados estables. Gracias a ello, el golfista nacido en 1984 decidió competir en el Sony Open, regresando así al PGA Tour. Al finalizar la primera ronda el 11 de enero, Woodland quedó en el puesto 91 con una puntuación de +1, mientras que el líder de la tabla estaba en -8.
Woodland ha jugado golf profesionalmente desde 2007. Hasta la fecha, ha ganado tres copas, incluido el US Open 2019, después de 340 torneos en el PGA Tour, y su premio total en metálico ha alcanzado casi 33,43 millones de dólares.
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