En Vietnam, el Gobierno ha identificado la transición hacia una economía verde como uno de sus pilares estratégicos a largo plazo. Sin embargo, para materializar estas estrategias, es necesario que el sistema financiero-bancario desempeñe un papel protagonista, impulsando de forma proactiva áreas clave como la energía limpia y la agricultura sostenible.

Un "empujón" para abrir flujos de capital a largo plazo
El crédito verde, un concepto que en principio parecía desconocido, se está convirtiendo gradualmente en un componente estratégico de las operaciones bancarias. Más que una simple herramienta financiera, el crédito verde es un impulso fundamental para desbloquear los flujos de capital a largo plazo, promover la transformación de los modelos de crecimiento, generar dinamismo para el desarrollo de la economía circular y avanzar hacia las cero emisiones netas para 2050.
Según un informe reciente del Banco Estatal de Vietnam (SBV), a finales de marzo de 2025, 58 entidades de crédito habían generado saldos de crédito verde con un saldo total pendiente superior a 704.244 billones de VND, lo que representa aproximadamente el 4,3 % del saldo total pendiente de la economía. La tasa de crecimiento promedio de los saldos de crédito verde entre 2017 y 2024 superó el 21 % anual, muy por encima de la tasa de crecimiento crediticio general del sector.
Cabe destacar que más del 70% de esta inversión se centra en energías renovables, producción limpia, gestión de residuos y uso sostenible de los recursos. De este total, los préstamos para la industria verde y la construcción verde alcanzaron aproximadamente 25 billones de VND, lo que representa cerca del 3,7% del total de créditos verdes. Las áreas prioritarias incluyen energías renovables (45%), agricultura verde (31%) y gestión sostenible del agua.
El vicegobernador del Banco Estatal de Vietnam, Dao Minh Tu, afirmó: «En los últimos tiempos, el Banco Estatal de Vietnam ha implementado de forma simultánea diversas soluciones para canalizar el capital crediticio hacia sectores verdes y respetuosos con el medio ambiente, así como hacia industrias manufactureras bajas en carbono. El BIDV ha otorgado préstamos por más de 2000 millones de dólares a proyectos de energía eólica y solar en las provincias centrales y de las Tierras Altas Centrales».
TPBank ha lanzado paquetes de crédito con tasas de interés preferenciales para clientes particulares que instalen paneles solares en sus tejados, mientras que HDBank ha intensificado la cooperación con instituciones financieras internacionales para ampliar las fuentes de capital verde a largo plazo. Agribank ha lanzado un paquete de préstamos de 10 billones de VND para agricultura orgánica y energías renovables con tasas de interés a partir del 3,5 % anual. ACB cuenta con un paquete de 2 billones de VND para industrias del sector verde. VietinBank también ha lanzado proyectos verdes por un valor cercano a los 27 billones de VND desde la COP26 hasta la fecha.
Desata el nudo
Si bien la tendencia es clara, el mercado de crédito verde en Vietnam aún enfrenta numerosos desafíos. El primero es la falta de estandarización. Vietnam carece de un marco legal completo sobre el concepto y los criterios para clasificar los proyectos verdes. Por ejemplo, hasta la fecha, no existe un decreto específico ni un sistema de clasificación verde que sirva de base para determinar qué proyectos son elegibles para el crédito verde. Esto impide que muchos préstamos potenciales se contabilicen o se acceda a ellos de acuerdo con la normativa.
El profesor asociado Dr. Bui Huu Toan, presidente del Consejo de la Academia Bancaria, afirmó que la falta de un sistema de criterios claros dificulta el acceso de las empresas al capital. Por lo tanto, los expertos consideran que Vietnam necesita una estrategia integral que abarque desde las instituciones y las políticas hasta los recursos para su implementación. Las lecciones aprendidas en la UE o Corea demuestran que un sistema de clasificación ecológica claro ayudará al mercado a distinguir entre lo verdaderamente ecológico y el lavado de imagen verde (publicidad ecológica), mejorando así la confiabilidad y la transparencia.
Para contribuir a resolver el "estrangulamiento" legal, el Sr. Nguyen Tuan Quang, subdirector del Departamento de Cambio Climático (Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente), declaró que recientemente el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente presentó al Primer Ministro, para su consideración, la emisión de criterios ambientales y la confirmación de los proyectos que recibieron créditos verdes y emitieron bonos verdes.
Una vez publicada, esta Decisión estipulará claramente los criterios ambientales, sirviendo de base para que los proyectos accedan a créditos y bonos verdes, y al mismo tiempo añadirá criterios para proyectos de producción verde de acuerdo con los requisitos del mercado de exportación.
Se prevé que 45 tipos de proyectos de inversión en 7 sectores cumplan con los criterios ambientales para la concesión de créditos verdes y la emisión de bonos verdes. Por su parte, la Dra. Michaela Baur, directora de la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) en Vietnam, recomienda que la clasificación verde sea un factor clave para orientar los flujos de capital hacia el crecimiento verde y facilitar el acceso de Vietnam a fuentes de financiación verde a nivel mundial.
Según Michaela Baur, desde 2017, bajo el mandato del Gobierno alemán, la GIZ ha apoyado al SBV en el desarrollo del “Informe Estadístico de Crédito Verde”. Este informe se considera la versión inicial de un sistema de clasificación verde específico para el sector bancario, con el fin de supervisar y promover las actividades de crédito verde.
Además, cabe destacar que el Banco Estatal de Vietnam y la IFC acaban de publicar el manual "Sistema de gestión de riesgos ambientales y sociales en las actividades de concesión de crédito", del que son coautores ambas partes y que se ha elaborado de acuerdo con las prácticas internacionales para ayudar a las entidades de crédito a aplicar los estándares ESG en sus actividades crediticias, promoviendo así los objetivos de las finanzas sostenibles.
Según el vicegobernador del Banco Estatal de Vietnam, Dao Minh Tu, este será un documento de referencia sumamente práctico que ayudará a las entidades de crédito a fortalecer la gestión de riesgos conforme a las mejores prácticas internacionales. De esta manera, Vietnam se encuentra en un momento crucial del proceso de transformación del modelo. Si continuamos dependiendo del modelo de desarrollo «marrón», que consume recursos y genera altas emisiones, nos quedaremos rezagados en la carrera global.
Por el contrario, si sabemos aprovechar el papel del crédito verde como palanca financiera estratégica, la economía vietnamita tendrá la oportunidad de lograr un avance significativo, no solo en el crecimiento del PIB, sino también en la calidad de vida, la reputación internacional y el desarrollo a largo plazo. En este contexto, el sector bancario debe asumir un papel protagónico, no solo como proveedor de capital, sino también como líder en la transformación de la mentalidad del mercado. Son los bancos, como motor de la economía, quienes decidirán hacia dónde fluye el capital, qué se impulsa y qué modelo de desarrollo se configurará para el futuro.
Sin embargo, los esfuerzos del sector bancario por sí solos no bastan. Según la Sra. Ha Thu Giang, Directora del Departamento de Sectores Económicos del Banco Estatal de Vietnam (SBV), el desarrollo del crédito verde también requiere la coordinación entre ministerios y sectores para perfeccionar las políticas, elaborar una hoja de ruta que apoye a los sectores verdes (fiscales, de capital y tecnológicos) y desarrollar el mercado de bonos verdes y los derechos de emisión de bonos verdes. Asimismo, las entidades de crédito necesitan acceder a fuentes de capital internacionales para ofrecer préstamos a largo plazo, tipos de interés preferenciales, etc.
Fuente: https://baolaocai.vn/co-hoi-va-thach-thuc-cua-tin-dung-xanh-post403024.html






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