La información del Hospital Infantil de la Ciudad (HCMC) del 14 de mayo decía que esta unidad acababa de recibir y tratar un caso raro y peligroso de alergia grave.
Al tomar la historia clínica del paciente, la familia dijo que dos días después de comer cangrejo, el niño desarrolló un sarpullido en todo el cuerpo y conjuntivas rojas, labios ligeramente hinchados y tomar medicamentos antialérgicos locales no ayudó y la condición se volvió cada vez más grave.
Al día siguiente, los labios y la mucosa oral del bebé comenzaron a ampollarse por toda la boca. Al día siguiente, la cavidad nasal y los genitales del bebé comenzaron a ulcerarse. El médico concluyó que el bebé tenía síndrome de Steven Johnson y lo trasladó directamente al City Children’s Hospital. El síndrome de Stevens-Johnson es una reacción de hipersensibilidad cutánea grave que se caracteriza por úlceras en las aberturas naturales del cuerpo, como los ojos, la nariz, la boca, la garganta, el tracto urinario, etc.
En el Hospital Infantil de la Ciudad, el paciente presentó úlceras progresivas e inflamación en orificios naturales del cuerpo como labios, nariz, conductos auditivos, zonas íntimas, axilas, ingles... El niño tenía dificultad para respirar y presentaba infecciones en la piel y sepsis sistémica, por lo que fue apoyado con respirador, antibióticos, inmunoglobulina intravenosa y cuidados de piel, mucosas, ojos y genitales con régimen absolutamente estéril.
El bebé tiene un sarpullido de granos que pican por todo el cuerpo y que no le permiten dormir; La conjuntivitis provoca una reducción de la visión y la membrana no puede abrir el ojo. La hinchazón y las úlceras en la boca hacían imposible que el bebé comiera o bebiera, por lo que tuvo que ser alimentado con papilla y leche a través de una sonda nasogástrica, seis veces al día. Las úlceras nasales dificultan la respiración de los bebés porque el líquido de la úlcera se seca. Los labios y los ojos del bebé están pegados, lo que dificulta su limpieza.
El bebé T. se recuperó gradualmente después del tratamiento.
A pesar de muchas dificultades, gracias a la consulta oportuna del equipo de Oftalmología, Urología, Dermatología, Ortopedia y Rehabilitación, los médicos del Departamento de Cuidados Intensivos - Antivenenos lograron controlar gradualmente la infección, restaurar la piel seca, estirar hábilmente la piel nueva y, sobre todo, mejorar gradualmente los 5 sentidos del bebé.
Hoy en día, el bebé puede respirar libremente, tiene menos mocos y puede comer papilla él solo.
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