La embarazada QTT H (24 años, residente en Lap Thach, Vinh Phuc ) tenía 39 semanas de embarazo y fue ingresada en el hospital por su familia el 7 de agosto tras experimentar dolor abdominal. Previamente, durante los últimos tres meses de embarazo, se le había diagnosticado placenta previa y se le indicó que supervisara y manejara su embarazo en el Hospital de Obstetricia y Pediatría de la Provincia de Phu Tho. Tras realizarle exámenes y pruebas, se programó una cesárea.

Según el Dr. Nguyen Van Hung, Jefe del Departamento de Obstetricia 2 (Hospital de Obstetricia y Pediatría de Phu Tho), este es un caso de cesárea relativamente difícil, ya que la paciente tenía antecedentes de dos cesáreas previas. Además, la placenta previa central y la placenta accreta de la paciente eran muy graves cuando la placenta penetró la capa muscular uterina e invadió la pared vesical, lo que requirió que el cirujano contara con amplia experiencia y equipo de apoyo moderno.

Cirujanos salvan a mujer embarazada con placenta previa y placenta accreta a través de la vejiga.

Para optimizar la eficacia de la cirugía, el equipo quirúrgico elaboró ​​un plan y planificó cuidadosamente el equipo y los suministros. Con el apoyo del equipo de anestesia y reanimación, la cirugía, con la participación directa del Dr. Pham Thai Ha, director del hospital, fue todo un éxito. La bebé nació sana, pesó 2,5 kg, lloró inmediatamente después del parto y tenía buenos reflejos.

Tras el parto, los médicos procedieron a realizar una histerectomía parcial, una reparación vesical de una sola capa y sutura. El mayor reto para el cirujano en este caso fue controlar el sangrado, eliminar las adherencias y realizar una histerectomía parcial sin causar sangrado tras el parto ni dañar los órganos adyacentes. Durante la cirugía, la madre recibió una transfusión de 2500 ml de glóbulos rojos y 750 ml de plasma fresco congelado. Tras la cirugía, la madre se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos y Antiintoxicantes en condición estable. Está consciente, responde, come papilla con normalidad y recibe tratamiento con una combinación de altas dosis de antibióticos.  

Los médicos recomiendan que, si a una mujer embarazada se le diagnostica placenta previa central o placenta accreta, se someta a una revisión prenatal en un hospital especializado con un médico experimentado. Al mismo tiempo, durante el parto, también debe acudir a un hospital con capacidad quirúrgica especializada para recibir un diagnóstico preciso y un plan de intervención adecuado, lo que reducirá la tasa de hemorragias importantes y la progresión grave de la enfermedad.

Noticias y fotos: MINH ANH

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