(NLĐO) - Las extraordinarias habilidades de una forma de vida aún misteriosa prometen ayudar a la humanidad en la lucha para salvar el medio ambiente de la Tierra.
Un equipo de investigación dirigido por el microbiólogo Pok Man Leung de la Universidad de Monash (Australia) descubrió que las arqueas –la tercera forma de vida de la Tierra– generan energía de una manera única que antes se creía imposible.
Las arqueas se encontraron en entornos de agua hirviendo en el Parque Nacional de Yellowstone, EE. UU. - Foto: NATURE
Las arqueas se denominan la tercera forma de vida porque son un linaje distinto de organismos que evolucionaron siguiendo un camino completamente diferente de las otras dos formas de vida: bacterias y eucariotas.
Los organismos eucariotas son aquellos que poseen células completas con núcleo, incluyendo animales y plantas en la Tierra. Por supuesto, nosotros también somos eucariotas.
Mientras tanto, las arqueas son organismos unicelulares que carecen de tejido conectivo de membrana interna.
La mayoría de las arqueas se conocen únicamente a través del código genético que se encuentra en los duros entornos en los que existen; muchas especies no se han cultivado en laboratorios porque es muy difícil hacerlo.
El Dr. Leung y sus colegas descubrieron al menos nueve arqueas que producen gas hidrógeno utilizando enzimas que anteriormente se creía que existían sólo en las otras dos formas de vida.
Este hidrógeno es su elemento vital, lo que permite a muchas especies de arqueas sobrevivir en las «zonas muertas» de la Tierra, lugares completamente inadecuados para otras formas de vida.
Antiguamente, las arqueas se encontraban en entornos hostiles, como fuentes termales, cuevas subterráneas oscuras, volcanes y respiraderos de aguas profundas.
"Los seres humanos apenas han comenzado a pensar en el uso del hidrógeno como fuente de energía, pero las bacterias arcaicas lo llevan haciendo durante miles de millones de años", afirmó el Dr. Leung.
El nuevo descubrimiento, presentado en un artículo publicado en la revista Cell, ofrece una sugerencia para los biotecnólogos modernos: podríamos utilizar estas arqueas inusuales para producir hidrógeno industrial que sea completamente "verde".
Además, este nuevo descubrimiento también ayuda a los científicos a comprender mejor las relaciones entre las formas de vida en la Tierra primitiva, a través de los tipos de enzimas que todas poseían; así como las similitudes y diferencias en el uso de esas enzimas después de miles de millones de años de evolución.
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Fuente: https://nld.com.vn/dang-song-thu-3-cua-trai-dat-dang-tao-ra-nang-luong-196240614091503992.htm






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