Las recientes elecciones parlamentarias podrían suponer un punto de inflexión crucial para Polonia en particular y para la región europea en general.
| La Coalición Cívica liderada por Donald Tusk (en la foto) tiene grandes posibilidades de formar un nuevo gobierno en Polonia. (Fuente: Getty Images) |
Antes de que cerraran las urnas en Polonia a las 21:00 horas del 15 de octubre, los observadores afirmaron que estas eran unas de las elecciones más importantes desde la fundación de la Tercera República Polaca en 1989.
Un cambio de gobierno podría acarrear cambios significativos en una serie de asuntos de especial importancia para Varsovia y la Unión Europea (UE), de la que este país de Europa del Este es miembro. Estos asuntos abarcan temas internos como el orden constitucional, los derechos LGBTQ+, el derecho al aborto y el desarrollo económico , así como cuestiones internacionales como la postura ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, la UE o las relaciones con Ucrania y Alemania.
Por esa razón, la tasa de participación electoral en esta ocasión alcanzó el 74,16%, un récord histórico en la Tercera República Polaca y superando con creces el 63% registrado en 1989.
Cabe destacar que los resultados reflejaron un fuerte ascenso de la oposición. Al anochecer del 16 de octubre (hora local), el partido Alianza Cívica, liderado por el ex primer ministro y expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk, se encontraba a la cabeza. Esta fuerza obtuvo el 30,4 % de los votos y podría ocupar 248 de los 460 escaños de la Asamblea Nacional.
Tras las elecciones, el Sr. Tusk declaró: “Llevo muchos años en política y siempre he intentado llegar al liderazgo. Sin embargo, nunca me había sentido tan feliz de quedar segundo. Polonia ha ganado. La democracia ha ganado…”.
Los votos de los electores también reflejaron su postura y actitud hacia el gobierno actual. El Partido Ley y Justicia (PiS) obtuvo el 35,73 % de los votos, una marcada disminución respecto al 44 % (2019), y se prevé que conserve 200 de los 460 escaños en la Asamblea Nacional. La coalición progresista Tercera Vía (TD) obtuvo el 14,42 % de los votos, y el Partido Nueva Izquierda, el 8,55 %. El partido aliado del PiS, la Liga, apenas superó el umbral del 7,15 %.
Euronews afirmó que este resultado refleja la actitud de los votantes hacia la elevada tasa de inflación de la economía, el amiguismo, la postura firme en algunos temas sociales, así como los problemas con la UE en general y con algunos países aliados en particular.
A pesar de ello, el primer ministro Mateusz Morawiecki proclamó la victoria del partido: «Hemos ganado. PiS es el ganador de las elecciones parlamentarias de 2023». Sin embargo, el líder del partido, el viceprimer ministro polaco Jaroslaw Kaczynski, también admitió que, si las encuestas son correctas, PiS se encuentra en una situación difícil.
A pesar de ser el partido con mayor número de votos, la alianza de PiS con el ultraderechista Partido Federal solo cuenta con 212 escaños, insuficientes para formar gobierno. En este contexto, es probable que la Coalición Cívica, liderada por Donald Tusk, obtenga el derecho a formar gobierno antes de que PiS y el Partido Federal tengan alguna posibilidad.
¿Qué cambios traerá la llegada al poder de la Coalición Cívica en Polonia?
En primer lugar, en el ámbito nacional, los votantes esperan que la nueva administración realice ajustes en materia de sistema judicial, derechos LGBTQ+, derecho al aborto y protección ambiental. La inmigración, la edad de jubilación y otros temas, sometidos a referéndum simultáneamente con las elecciones, también suscitan interés.
En el ámbito regional, a diferencia del escepticismo de Morawiecki hacia la UE, Donald Tusk ha mostrado confianza en la organización, donde desempeñó un papel importante. Al mismo tiempo, el político apoya la continua y profunda cooperación de Varsovia con Europa en beneficio de ambas partes.
Además, las relaciones entre Polonia y Ucrania podrían enfriarse ya que el partido de extrema derecha Federación, que criticó a Kiev por “no apreciar” la ayuda de Varsovia, ya no forma parte de la coalición gobernante.
En ese contexto, ¿podrá la Coalición Cívica “cambiar las reglas del juego” en Polonia como se espera, o tendrá el PiS alguna posibilidad de mantener su escaño?
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